LECCIÓN 127
No hay otro amor que el de Dios
1. Tal vez
creas que hay diferentes clases de amor. 2Tal vez creas que hay un
tipo de amor para esto y otro para aquello; que es posible amar a alguien de
una manera y a otra persona de otra. 3El amor
es uno. 4No tiene partes separadas ni grados; no hay diferentes
clases de amor ni tampoco diferentes niveles; en él no hay divergencias ni
distinciones. 5Es igual a sí mismo, sin ningún cambio en
ninguna parte de él. 6Ninguna persona o circunstancia puede hacer
que cambie. 7Es el Corazón de Dios y también el de Su Hijo.
2. El significado
del amor queda velado para todo aquel que crea que el amor puede cambiar, 2pues
no se da cuenta de que un amor cambiante es algo imposible. 3Y así, cree que algunas veces puede amar y otras
odiar. 4Cree también que se puede profesar amor sólo a
una persona, y que el amor puede seguir siendo lo
que es aunque se le niegue a los
demás. 5El que crea estas cosas acerca del amor
demuestra que no entiende su significado. 6Si el
amor pudiese hacer tales distinciones, tendría que discernir entre justos y pecadores,
y percibir al Hijo de Dios fragmentado.
3. El amor
no puede juzgar. 2Puesto que en sí es uno solo, contempla a todos
cual uno solo. 3Su significado reside en la unicidad*. 4Y no
puede sino eludir a la mente que piensa qué el amor es algo
parcial o fragmentado. 5No hay otro amor que el de
Dios, y todo amor es de Él. 6Ningún otro principio puede gobernar
allí donde no hay amor. 7El amor es una ley que no tiene
opuestos. 8Su plenitud
es el poder que mantiene a todas las cosas unidas, el vínculo entre Padre e
Hijo que hace que Ambos sean lo mismo eternamente.
4. Ningún
curso cuyo propósito sea enseñarte a recordar lo que realmente eres podría
dejar de subrayar que no puede haber diferencia entre lo que realmente eres y
lo que es el amor. 2El significado del amor es tu propio significado, el cual
Dios Mismo comparte. 3Pues lo que tú eres es lo que Él es. 4No hay otro amor que el
Suyo, y lo que Él es, es lo único que existe. 5Nada lo limita, y,
por lo tanto, tú eres tan ilimitado como Él.
5. Ninguna
ley que el mundo obedezca puede ayudarte a entender el significado del amor. 2Las
creencias del mundo fueron concebidas para ocultar el significado del amor y
para mantenerlo oculto y secreto. 3No hay ni un solo principio de
los que el mundo defiende que no viole la verdad de lo que es el amor, y de lo
que, por ende, eres tú también.
6. No busques tu Ser en el mundo. 2El
amor no se puede encontrar en las tinieblas ni en la muerte. 3Sin
embargo, es perfectamente evidente, para los ojos que ven y para los oídos que
oyen la Voz del amor. 4La práctica de hoy consiste en liberar a tu
mente de todas las leyes que crees que debes obedecer, de todas las limitaciones
que rigen tu vida y de todos los cambios que crees forman parte del destino
humano. 5Hoy vamos a dar el paso más ambicioso de los que requiere
este curso en tu avance hacia el objetivo que ha establecido.
7. Si hoy
consigues tener el más leve vislumbre de lo que significa el amor, habrás
salvado una distancia inconmensurable hacia tu liberación y te habrás ahorrado
un tiempo que no se puede medir en años. 2Juntos, pues,
regocijémonos de dedicarle algún tiempo a Dios y de comprender que no hay mejor
manera de emplear el tiempo que ésa.
8. Dedica hoy quince minutos en dos ocasiones a
escaparte de todas las leyes en las que ahora crees. 2Abre tu mente
y descansa. 3Cualquiera puede escaparse del mundo que parece
mantenerte prisionero si deja de atribuirle valor. 4Deja de otorgarle valor a sus míseras ofrendas y
absurdos regalos, y permite que el regalo que Dios te hace los reemplace a
todos.
9. Invoca
a tu Padre con la certeza de que Su Voz te responderá. 2Él Mismo lo
ha prometido, 3y Él
Mismo pondrá una chispa de verdad en tu mente cada vez que renuncies a una
creencia falsa, o a una tenebrosa ilusión de tu realidad y de lo que significa
el amor. 4Él irradiará hoy a través de tus vanos pensamientos y te
ayudará a comprender la verdad del amor. 5Con
amorosa ternura morará contigo a medida que dejes que Su Voz le enseñe a tu
mente abierta y despejada el significado del amor. 6Y bendecirá la
lección con Su Amor.
10. Hoy la legión de años que tendrías que esperar
en el futuro para tu salvación desaparece ante la intemporalidad de lo que
estás aprendiendo. 2Demos gracias por habernos librado de un futuro
que hubiese sido igual que el pasado. 3Hoy dejamos atrás el pasado
para nunca jamás volver a recordarlo. 4Y alzamos los ojos para
contemplar un presente muy distinto, en el cual se vislumbra un futuro que en
nadase parece al pasado.
11. El
mundo que acaba de nacer aún se encuentra en su infancia. 2Y lo
veremos crecer fuerte y saludable, para derramar su bendición sobre todos
aquellos que vengan a aprender a desprenderse del mundo que pensaban había sido
engendrado con odio para ser el enemigo del amor. 3Ahora todos ellos
se liberan junto con nosotros. 4Ahora todos ellos son nuestros
hermanos en el Amor de Dios.
12. Nos
acordaremos de ellos en el transcurso del día, ya que no podemos excluir de
nuestro amor a ninguna parte de nosotros si queremos conocer a nuestro Ser. 2Por
lo menos tres veces por hora piensa en alguien que te acompaña en esta jornada,
y que vino a aprender lo mismo que tú tienes que aprender. 3Y cuando
te venga a la mente, comunícale este mensaje de parte de tu Ser:
5Pues quiero aprender la gozosa lección de que no hay otro amor que el de Dios, el tuyo, el mío y el de todos.
Ayuda para las lecciones:
de Robert Perry y Allen Watson
http://www.un-curso-de-milagros.com/milagros/LECCIONES-UCDM.pdf
LECCIÓN 127 - 7 MAYO
“No
hay otro amor que el de Dios”
Instrucciones
para la práctica
Propósito:
Ésta
es una lección enormemente significativa, pues te pide “dar el paso más
ambicioso de los que requiere este curso en tu avance hacia el objetivo que ha
establecido” (6:5).Das el paso al soltar las creencias que limitan el amor y al
abrir tu mente a Dios para que Él pueda enseñarte el verdadero significado del
amor.
Más
largo: 2 veces, durante quince minutos.
Este ejercicio es muy parecido al de ayer, en el que fuiste al
centro de quietud en tu mente y pediste a la Voz de Dios que corrigiese tus falsas creencias acerca de
dar. Hoy, haces lo mismo, pero ahora Le pides que corrija tus falsas creencias
acerca del amor.
Repite la idea y luego “abre tu mente y descansa” (8:2). Ahora
abandona tus creencias (una tras otra) en las leyes y límites de este mundo,
pues todas ellas apoyan el amor limitado y cambiante. Abandona tus creencias en
el amor parcial, en el amor selectivo, y amor cambiante. Cuando abandonas cada
una de estas creencias, Dios la sustituirá con “una chispa de verdad” (9:3),
una comprensión de lo que el amor significa realmente. Llámale y pídele que ilumine
tu mente acerca del verdadero significado del amor. Ésa es la esencia de esta
sesión de práctica: abrir tu mente, abandonar tus creencias que limitan el
amor, y pedirle a Dios que te enseñe el significado del amor, que es mucho más
grande y más glorioso de lo que tu mente sola podría imaginar.
Observaciones:
Da
este tiempo con alegría. Es el mejor uso del tiempo que puedes hacer. Pues si
obtienes la más pequeña chispa del verdadero significado del amor, en verdad
has dado un paso gigantesco. Has avanzado en tu viaje muchísimos años y le has
traído libertad a todo el que viene aquí.
Recordatorios
frecuentes: 3 veces por hora, por lo menos.
Piensa en alguien que conoces y mentalmente dile estas frases: “Te
bendigo, hermano, con el Amor de Dios, el cual quiero compartir contigo. Pues
quiero aprender la gozosa lección de que no hay otro amor que el de Dios, el
tuyo, el mío y el de todos”.
Como el ejercicio más largo, ésta es una técnica muy poderosa para abrir tu
mente al verdadero significado del amor.
Comentario
“Tal vez creas que hay
diferentes clases de amor” (1:1). Para mi mente no hay “tal vez” acerca de
ello, todos pensamos que hay diferentes clases de amor, que cambia con los
amigos, familia, hijos, amante, personas, animales, y cosas. La lección afirma
que hay un solo Amor: el Amor de Dios. La lección dice que pensar que el amor
cambia dependiendo de su objeto de amor es perder el significado del amor por
completo (2:1).
“Ninguna persona o
circunstancia puede hacer que cambie (el amor)” (1:6). Para nosotros, esto nos
puede parecer una descripción del amor muy atemorizante, porque lo que llamamos
amor no encaja en esta imagen. Nuestro “amor” viene y se va, crece y disminuye,
cambiando con las personas y las circunstancias como la temperatura de un
termómetro. Tal como se describe en la lección, el Amor no se ve afectado por
nada de fuera de sí mismo. Esto es verdaderamente amor incondicional.
Me siento elevado por la
idea de que, si éste es el Amor de Dios, y éste es el único amor que existe,
entonces Su Amor por mí nunca cambia y “no hay divergencias ni distinciones”
(1:4). Nada de lo que hago o dejo de hacer, cambia Su Amor por mí en lo más
mínimo. El Amor de Dios simplemente es,
eternamente, sin fin. “No tiene opuestos” (3:7). Es el pegamento que “mantiene
a todas las cosas unidas” (3:8). Es la esencia del universo.
Consuela saber que el Amor
de Dios por nosotros es así. Sin embargo, puede atemorizarnos pensar que se nos
pide que nos amemos los unos a los otros del mismo modo. Parece más allá de
nosotros, y si se nos juzga por si estamos o no a la altura de este amor,
parecería que todos “estamos privados de la gloria de Dios” como dice la Biblia
en Romanos 3:23. Sin embargo, la lección se enfrenta a este miedo en nosotros,
y lo hace con una afirmación increíble:
“Ningún curso
cuyo propósito sea enseñarte a recordar lo que realmente eres podría dejar de
subrayar que no puede haber diferencia entre lo que realmente eres y lo que es
el amor” (4:1).
En frases cortas, nos dice
esto: “El Amor es eterno, sin condiciones, y sin cambios. Tú eres ese amor”. Ya
sabes de qué amor estamos hablando, que parece tan ajeno a nosotros, más allá
de nuestras posibilidades. Bueno, ¡eso es lo que tú eres! Es la otra imagen de
ti, incapaz de tal amor, que cambia con cada circunstancia, eso es una mentira.
Este amor que no cambia, esto es la verdad, esto eres tú. ¡No hay ninguna
diferencia entre este amor y lo que tú eres!
“Pues lo que tú eres es
lo que Él es. No hay otro amor que el Suyo, y lo que Él
es, es lo único que existe” (4:3-4).
No vamos a ver este amor
mirando al mundo (6:1). No es algo que pueda verse con los ojos del cuerpo; sin
embargo, es perfectamente visible para los ojos y los oídos que ven y escuchan
al amor (lo que se llama la visión de Cristo). Ésa es la meta de la lección de
hoy: ver ese amor en nosotros, captar aunque sólo sea “el más leve vislumbre de
lo que significa el amor” (7:1), “comprender la verdad del amor” (9:4). Este
intento de acallar nuestra mente, de liberar a nuestra mente de todas las leyes
que pensamos que tenemos que obedecer, todos los límites que nos hemos impuesto
a nosotros mismos, y todos los cambios que pensamos que hemos hecho en
nosotros, y encontrar nuestro Ser, Que es Amor, a este intento le llama “el
paso más ambicioso de los que requiere este curso en tu avance hacia el
objetivo que ha establecido” (6:5). Si tenemos éxito, habremos “salvado una
distancia inconmensurable hacia tu liberación y te habrás ahorrado un tiempo
que no se puede medir en años” (7:1). ¡Esto no es poca cosa! Ser capaces,
aunque sólo sea un poco, de vernos como amor, de captar el hecho de que el amor
es todo lo que existe, incluidos nosotros. Esto es un salto enorme ciertamente.
Dedicar un rato a este propósito merece la pena. “No hay mejor manera de
emplear el tiempo que ésa” (7:2).
Cuando empecemos a darnos
cuenta de que sólo existe el amor, que este amor lo es todo y que nos incluye a
nosotros, nos daremos cuenta de que incluye a todos los demás también. ¡La
única manera de que el amor pueda ser todo, es si incluye a todos! Así
empezamos a ver, no sólo a nosotros sino al mundo, de una manera diferente:
“El mundo que acaba de nacer
aún se encuentra en su infancia”.
(11:1)
“Ahora todos ellos se
liberan junto con nosotros. Ahora todos ellos son nuestros hermanos en el Amor
de Dios”. (11:3-4)
No podemos
excluir de nuestro amor a ninguna parte de nosotros si queremos conocer a
nuestro Ser. (12:1)
Y así, 3 veces cada hora, se
nos pide que recordemos a un hermano o hermana que esté haciendo este viaje con
nosotros, y que mentalmente les mandemos este mensaje, como ahora te lo mando
yo a ti:
Te bendigo, hermano, con el Amor de Dios, el cual quiero compartir
contigo. Pues quiero aprender la gozosa lección de que no hay otro amor que el
de Dios, el tuyo, el mío y el de todos.
AUDIO (en Ivoox) de Loran@ Galindo
http://www.ivoox.com/lecciones-curso-milagros-127-audios-mp3_rf_3927171_1.htmlVIDEO Mich Gaymard
http://www.michelgaymard.com/site/leccion-127-un-curso-de-milagros-no-hay-otro-amor-que-el-de-dios/
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