LECCIÓN 133
No le daré valor a lo que no lo tiene.
1. En el
proceso de enseñanza a veces es beneficioso, especialmente después de haber
pasado revista a lo que aparenta ser teórico y estar más allá del alcance de lo
que el estudiante ha aprendido, volver de nuevo a las cuestiones prácticas.
2Esto es lo que vamos a hacer hoy. 3No vamos a hablar de ideas sublimes de
alcance mundial, sino que simplemente nos vamos a ocupar de los beneficios que
te aguardan a ti.
2. No
pides demasiado de la vida, al contrario, pides demasiado poco. 2Cuando
dejas que tu mente se ocupe de asuntos corporales, de las cosas que compras y
de lo que es eminente de acuerdo con los valores del mundo, estás invitando al
pesar, no a la felicidad. 3Este curso no pretende despojarte de lo
poco que tienes. 4Tampoco trata de sustituir las satisfacciones que
el mundo ofrece por ideas utópicas. 5En el mundo no se puede hallar ninguna satisfacción.
3. Hoy
vamos a hacer una lista de los verdaderos criterios con los que
poner a prueba todas las cosas que crees desear. 2A menos que éstas
satisfagan estos válidos requisitos, no vale la pena
desearlas en absoluto, pues lo único que harían sería reemplazar, a aquello que
es más valioso. 3Tú no puedes establecer las leyes que gobiernan el mecanismo de elección, ni tampoco puedes
establecer las alternativas entre las que elegir. 4Pero sí puedes
elegir; de hecho, tienes que hacerlo. 5Mas es aconsejable que
aprendas cuáles son las leyes que pones en marcha cuando eliges y cuáles son
las alternativas entre las que eliges.
4. Hemos
subrayado ya que sólo hay dos alternativas entre las que elegir, aunque parezca
haber muchas. 2La gama ya ha sido establecida, y no es algo que
podamos cambiar. 3No sería justo para contigo que el número de
alternativas fuese ilimitado, y que tu decisión final se demorara hasta que las
hubieses considerado a todas en el tiempo, en vez de llevársete directamente al
punto donde sólo puede llevarse a cabo una elección.
5. Otra
ley benévola, relacionada con esto, es que no hay transigencia posible con
respecto a lo que tu elección te ha de brindar. 2Lo que elijas no
puede aportarte solamente parte de sus resultados, pues en esto no hay
términos medios. 3Cada elección que llevas a cabo o bien te aporta todo o bien no te
aporta nada. 4Por lo tanto, si aprendes los criterios mediante los
cuales puedes distinguir entre lo que es todo y lo que no es nada, elegirás la
mejor alternativa.
6. En
primer lugar, si eliges algo que no ha de durar para siempre, lo que estas
eligiendo carece de valor. 2Un valor temporal no tiene valor alguno.
3El tiempo jamás puede anular ningún valor real. 4Lo que
se marchita y perece jamás existió, y no tiene nada que ofrecerle al que lo
elige. 5Éste se ha dejado engañar por algo que no es nada, pero que
se ha manifestado en una forma que él cree que le gusta.
7. En
segundo lugar, si eliges quitarle algo a alguien, te quedas sin nada: 2Esto
se debe a que cuando le niegas a alguien su derecho
a todo, te lo niegas a ti mismo. 3No reconocerás, por lo
tanto, las cosas que realmente posees, y negarás que estén ahí. 4El que trata de apropiarse de algo se ha dejado engañar por la ilusión de
que puede ganar mediante la pérdida de otro. 5Las pérdidas, sin embargo;
sólo pueden ocasionar más pérdidas. aEso es todo.
8. El
siguiente criterio que debe examinarse es aquel sobre el que se basan los
demás. 2¿Por qué razón tiene valor para ti lo que eliges?,
3¿Qué es lo que hace que tu mente se sienta atraída por ello? 4¿Qué
propósito tiene? 5En esto es en lo que es más fácil caer en el
engaño. 6Pues el ego no reconoce lo
que quiere. 7Ni
siguiera dice la verdad tal como la percibe, ya que necesita el halo del que se
vale para proteger sus objetivos del deslustre y del enmohecimiento a fin de
que tú puedas ver cuán "inocente" es él.
9. Mas su camuflaje
no es más qué un fino velo, que sólo podría engañar a los que les place ser
engañados. 2Sus objetivos son obvios para todo aquel que se toma la
molestia de examinarlos. 3En esto el engaño es doble, pues el que se
ha dejado engañar no sólo no se dará cuenta de que simplemente no ha ganado
nada, 4sino que además creerá haber apoyado las metas secretas del
ego.
10. Sin
embargo, a pesar de que trata de mantener dicho halo claramente dentro de su campo
visual, no puede dejar de percibir el deslustre de sus bordes y el
enmohecimiento de su médula. 2Sus inconsecuentes errores le parecen
pecados porque ve el deslustre como si fuese el suyo propio, y el enmohecimiento como
un signo de su profunda bajeza. 3Todo aquel que todavía desea
conservar las metas del ego y protegerlas como si fueran las suyas propias, no
comete errores de acuerdo con los dictados de su guía. 4Este guía le
enseña que lo que es un error es creer que los pecados son tan sólo errores,
pues, de ser así, ¿quién pagarla por sus pecados?
11. Y con
esto llegamos al criterio de elección más difícil de creer porque, si bien es
evidente, se halla oculto bajo muchas capas de oscuridad. 2Si
sientes el más mínimo vestigio de culpabilidad con respecto a lo que has
elegido, es que has permitido que los objetivos del ego nublen las verdaderas
alternativas. 3Y de este modo, no te das cuenta de que sólo hay dos, y la alternativa que crees haber elegido parece
temible y demasiado peligrosa para ser la nada que realmente es.
12. Todas
las cosas o bien son valiosas o bien no tienen ningún valor; o bien son dignas
de que se las procure o bien indignas de ello; son también
completamente deseables o bien no merecen que se lleve a cabo el más
mínimo esfuerzo por conseguirlas. 2Esto es lo que hace que elegir
sea fácil. 3La
complejidad no es sino una
cortina de humo que oculta el simple hecho de que tomar decisiones no es algo
difícil. 4¿Qué ganas tú con aprender esto?. 5Ganas
mucho más que simplemente poder tomar decisiones con facilidad y sin dolor.
13. Al Cielo se llega con las manos vacías y
las mentes abiertas, las cuales llegan a él sin nada a fin de encontrarlo todo
y reivindicarlo como propio. 2Hoy intentaremos alcanzar este estado,
dejando a un lado el auto-engaño y estando sinceramente dispuestos a darle
valor únicamente a lo que en verdad es valioso y real. 3Nuestras
dos sesiones de práctica largas, de quince minutos cada una, deben comenzar con
lo siguiente:
14. Recibe
entonces lo que le espera a todo aquel que trata de llegar sin lastres hasta
las puertas del Cielo, las cuales se abren de par en par con su llegada. 2Si notas que empiezas a
sobrecargarte con fardos innecesarios, o si crees que tienes ante ti decisiones
difíciles¡ responde de inmediato con este simple pensamiento:
--------------------------------
Ayuda para las lecciones:
de Robert Perry y Allen Watson
LECCIÓN 133 - 13 MAYO
“No
le daré valor a lo que no lo tiene”
Instrucciones
para la práctica
Propósito:
Vaciar
nuestras manos de todas las cosas que valoramos en este mundo y alcanzar el
estado del Cielo.
Más
largo: 2 veces, durante quince minutos.
Repite: “No le daré valor a lo que no
lo tiene y solo iré en pos de lo que es valioso, pues eso es lo único que
deseo encontrar”. Luego
intenta encontrar lo que es verdaderamente valioso dentro de ti. Mantén en la
mente un deseo honesto de no engañarte a ti mismo acerca de lo que es valioso.
Niégate a engañarte a ti mismo al creer que las cosas de este mundo pueden
darte felicidad verdadera y duradera. En lugar de eso, intenta valorar sólo lo
eterno, en tus hermanos y en ti mismo. Vacía tus manos de los tesoros de este
mundo. Abre tu mente y abandona sus ataduras habituales. En este estado abierto
y vacío, vete hasta la puerta del Cielo dentro de ti, y se abrirá de par en
par, ofreciéndote el regalo de todo.
Respuesta
a la tentación: Cada vez que te sientas sobrecargado o que te
enfrentes a una decisión difícil.
De inmediato responde repitiendo: “No le daré valor a lo que no
lo tiene, pues lo que tiene valor me pertenece”. Esto te recordará que ninguna decisión
puede ser difícil, porque eliges entre lo infinitamente valioso y lo que no
tiene ningún valor.
Comentario
Las leyes que gobiernan la
elección son dos:
- Sólo hay dos alternativas: todo o nada.
- No hay tratos, no hay entremedias.
Los criterios para juzgar lo
que merece desearse son:
- ¿Durará para siempre? (Si no dura, no es nada.)
- ¿Es una elección en la que nadie pierde? (Si alguien pierde, tú te quedas sin nada.)
- ¿Está el propósito libre de las metas del ego? (Si no está libre de ego, hay un trato.)
- ¿Está la elección libre de toda culpa? (Si no, las alternativas están confusas.)
¡Éstas son reglas muy
estrictas! Son claras, pero no se aprenden fácilmente. Por ejemplo, ¿cómo
podemos saber si las metas del ego se están metiendo por medio? “En esto es en
lo que es más fácil caer en el engaño” (8:5). El ego se disfraza de inocencia.
Sin embargo, la lección afirma que el camuflaje del ego es sólo “un fino velo,
que sólo podría engañar a los que les place ser engañados” (9:1). “Sus
objetivos son obvios para todo aquel que se toma la molestia de examinarlos”
(9:2). Únicamente tenemos que querer mirar y el detector del ego es muy
sencillo: la culpa. “Si sientes el más mínimo vestigio de culpabilidad con
respecto a lo que has elegido, es que has permitido que los objetivos del ego
nublen las verdaderas alternativas” (11:2).
Si aplico estos criterios de
elección a las decisiones de mi vida, mi vida cambiará radicalmente. El primer
criterio rechaza absolutamente cualquier objetivo que suponga algo material,
incluyendo cuerpos y relaciones humanas habituales. ¿Durará para siempre? ¿Qué
durará para siempre? ¿Qué dura para siempre en este mundo? Únicamente el amor.
Y no todo lo que llamamos amor dura para siempre; todos nos lo hemos demostrado
a nosotros mismos, en todas las formas, o lo hemos visto a nuestro alrededor. A
propósito, la frase del Curso es: si no dura, no era amor:
“Si ha habido desilusión es
porque realmente nunca hubo amor, sino odio, pues el odio es una ilusión y lo
que puede cambiar nunca pudo ser amor” (T.16:IV.4:3-4).
Pero hay un amor que no es
de este mundo, una luz que no podemos encontrar en el mundo pero que podemos dar al mundo (ver T.13.VI.11:1-2).
Como Stephen Levine ha
escrito: no podemos poseer al amor, pero podemos ser poseídos por él. Y eso es
lo que aquí se dice.
Podemos pensar que la
mayoría de nuestras elecciones no son tan monumentales como todo esto. Pero
todas son la misma elección. En cada momento estamos eligiendo entregarnos al
amor, que el amor tome el control y nos use, o estamos eligiendo apartarnos de
él, en el miedo. Elegir el amor es la única elección sin culpa.
No es complicado. “La
complejidad no es sino una cortina de humo que oculta el simple hecho de que
tomar decisiones no es algo difícil” (12:3).Es la decisión: “Que yo sea amor en
esta situación, y nada más”. No, no sabemos cómo hacerlo. Por eso es por lo que
tenemos que venir “con las manos vacías y las mentes abiertas” (13:1).Sin
aferrarnos a nada, sin estar sobrecargados con cosas de menos valor (14:1). Y
sin ninguna idea acerca de lo que significa el amor, con mentes abiertas. En palabras de un poema de la poetisa
cristiana Amy Carmichael:
Ama a través de mí, Amor de
Dios.
Hazme tu aire claro,
A través del cual, sin
obstáculos, los colores pasan
Como si no estuviera allí.
AUDIO (en Ivoox) de Loran@ Galindo
No hay comentarios:
Publicar un comentario