LECCIÓN 287
Tú eres mi única meta, Padre mío, sólo Tú.
1. ¿Adónde querría ir sino al Cielo? 2¿Qué
podría sustituir a la felicidad? 3¿Qué regalo podría preferir a la paz de Dios? 4¿Qué tesoro querría buscar, hallar y conservar
que pudiera compararse con mi Identidad? 5¿Cómo iba a preferir vivir con miedo que con amor?
2. Tú eres mi meta, Padre mío. 2¿Qué otra
cosa aparte de Ti podría desear? 3¿Qué otro camino iba a desear recorrer
sino el que conduce a Ti? 4¿Y qué
otra cosa sino Tu recuerdo podría significar para mí el final de los sueños y
de las sustituciones fútiles de la verdad? 5Tú eres mi única meta. 6Tu Hijo desea ser como Tú lo creaste. 7¿De qué otra manera, sino, podría esperar reconocer
a mi Ser y volverme uno con mi Identidad?
Ayuda para las lecciones:
de Robert Perry y Allen Watson
http://www.un-curso-de-milagros.com/milagros/LECCIONES-UCDM.pdf
LECCIÓN 287
- 14 OCTUBRE
“Tú eres mi
única meta, Padre mío, sólo Tú”
Instrucciones para la práctica
Ver las
instrucciones para la práctica en las instrucciones de la Segunda Parte del
Libro de Ejercicios, o en la Tarjeta de Práctica de este libro.
Comentario
Esta
lección es muy elevada. Es algo que diría una persona que ya vive en el Mundo
Real, una oración del corazón de Cristo dentro de mí. Son los pensamientos del
corazón de Cristo, expresados en palabras, es el modo de pensar que busco escuchar
todo el tiempo. Y por eso es verdad para mí, puedo decir estas palabras con
honestidad, aunque sé que a menudo escucho al ego, que persigue cualquier meta menos a Dios.
Si
siento que no puedo decir con honestidad: “Tú eres mi única meta, Padre mío, sólo Tú”, entonces que mire con honestidad y sin miedo a las otras metas que
todavía valoro. Que me pregunte a mí mismo: “¿Qué podría sustituir a la
felicidad? ¿Qué regalo podría preferir a la paz de Dios?” (1:2-3). Está claro
que cualquier otra meta es una locura. Cualquier meta que me distraiga de la
paz de Dios no es digna de mí.
Si
tengo otra meta, no puedo decir: “Sólo Tú”, entonces lo que deseo es ir a otro
lugar distinto del Cielo, estoy buscando un sustituto de la felicidad, estoy
buscando algo que creo que es preferible a la paz de Dios, estoy buscando
encontrar y conservar algo que creo que es mejor que mi propia Identidad, estoy
eligiendo vivir con miedo en lugar de con amor.
Es así
de sencillo.
En el
Curso Jesús me asegura que no tengo por qué sentir vergüenza de reconocer estas
cosas acerca de mí. Reconocer mis falsas metas es el comienzo de la sabiduría.
Todo lo que necesito es reconocer lo que estoy haciendo, qué otras metas estoy
eligiendo, y el poder de todas esas cosas desaparecerá. Fingir amar sólo a Dios mientras que secretamente tenemos otras
metas es una garantía segura de fracaso y de infelicidad. El reconocimiento
honesto de esas otras metas, y de mi responsabilidad por elegirlas, es el
camino seguro a la liberación de ellas.
¿Qué es el Espíritu Santo? (Parte 7)
L.pII.7.4:1
Desde el conocimiento, donde Dios lo ubicó, el Espíritu Santo te
exhorta a dejar que el perdón repose sobre tus sueños para que puedas recobrar
la cordura y la paz interior. L.pII.7.4:1
Dios
puso al Espíritu Santo en el conocimiento. El conocimiento no es un lugar sino
un estado, un estado de saber. El Espíritu Santo conoce la verdad, conoce la
realidad, conoce nuestro Ser real, Lo Que somos y Quién somos. Por una parte,
está firmemente unido a Dios, al conocimiento y a la realidad. Desde ese lugar
de conocimiento nos llama dentro de nuestros sueños. Por otra parte, está
firmemente unido a nosotros. Es consciente de nuestros sueños, de lo que
pensamos que somos, sabiendo lo que realmente somos. Está perfectamente
preparado para sacarnos de nuestros sueños y llevarnos a la verdad de la
completa cordura.
Si
escuchamos, podemos oírle llamándonos. Podemos darnos cuenta de algo dentro de
nosotros que nos impulsa a “dejar que el perdón repose sobre nuestros sueños”.
Si estamos haciendo los ejercicios, la disciplina de la práctica del Libro de
Ejercicios nos está enseñando a escuchar esa Voz, a responder a ese impulso
interno. Poco a poco nos hacemos cada vez más conscientes de las veces en que
estamos soñando, poco a poco nos hacemos conscientes de que estamos soñando la
mayor parte del tiempo. Podemos dejar que el perdón descanse sobre nuestros
sueños al llevárselos al Espíritu Santo y pedirle que Su percepción sustituya a
nuestros sueños. Éste es el camino a la cordura, éste es el camino a la paz
mental.
En el
Capítulo 5, el primer capítulo del Texto que nos presenta ampliamente al
Espíritu Santo y Su lugar en nuestro regreso a Dios, a menudo se Le nombra como
“la Llamada”: “la Llamada a la Expiación”, “la Llamada a regresar”, “la Llamada
a la dicha”, “la Llamada a despertar y ser feliz” y “la Llamada a Dios”. Esta
Llamada es algo dentro de nuestra propia mente. Algo que nos acerca al hogar;
si estás leyendo este Curso, has sentido esa Llamada y respondido a Ella.
Podemos separarnos de esa Llamada y apartarla de nuestra consciencia, o podemos
voluntariamente dirigir nuestra atención a Ella y escuchar. Siempre nos llama
al perdón, tanto a perdonar como a aceptar el perdón. Su propósito es el final
de la culpa. Siempre nos habla de inocencia. Siempre busca que nos alejemos del
camino del miedo y vayamos al camino del amor. Si Le dedicamos toda nuestra
atención, Él nos guiará al hogar con total seguridad. Él conoce el camino.
AUDIO (en Ivoox) de Loran@ Galindo
http://www.ivoox.com/lecciones-curso-milagros-287-audios-mp3_rf_8490968_1.html
VIDEO Mich Gaymard:
https://www.youtube.com/watch?v=7dTQQbXzhIg
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