Lección 317 - 13 de Noviembre “Sigo el camino que se me ha señalado”

Lecciones UN CURSO DE MILAGROS



LECCIÓN 317

Sigo el camino que se me ha señalado.

1. Tengo una misión especial que cumplir, un papel que sólo yo puedo desempeñar. 2La salvación espera hasta que yo elija asu­mir ese papel como mi único objetivo. 3Hasta que no tome esa decisión, seré un esclavo del tiempo y del destino humano. 4Pero cuando por mi propia voluntad y de buen grado vaya por el camino que el plan de mi Padre me ha señalado, reconoceré entonces que la salvación ya ha llegado, que se les ha concedido a todos mis hermanos y a mí junto con ellos.
2. Padre, Tu camino es el que elijo seguir hoy. 2Allí donde me conduce, es adonde elijo ir, y lo que quiere que haga, es lo que elijo hacer. 3Tu camino es seguro y el final está garantizado. 4Allí me aguarda Tu recuerdo. 5Y todos mis pesares desaparecerán en Tu abrazo, tal como le prometiste a Tu Hijo, quien pensó erróneamente que se había alejado de la segura protección de Tus amorosos Brazos.

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Ayuda para las lecciones:
de  Robert Perry  y Allen Watson
http://www.un-curso-de-milagros.com/milagros/LECCIONES-UCDM.pdf


LECCIÓN 317    -     13  NOVIEMBRE

Sigo el camino que se me ha señalado

Instrucciones para la práctica

Ver las instrucciones para la práctica en las instrucciones de la Segunda Parte del Libro de Ejercicios, o en la Tarjeta de Práctica  de este libro.

Comentario

Tengo una misión especial que cumplir, un papel que sólo yo puedo desempeñar” (1:1).

Tengo un lugar reservado para mí en el plan de la Expiación. Es algo que está especialmente planeado que yo haga, y hasta que encuentre y lleve a cabo mi parte, “la salvación espera” (1:2). Mi creencia en la locura de la separación tiene que ser sanada para que la sanación sea completa.

Creo que cada uno tiene un papel especial que desempeñar en la salvación. Todos tenemos una “función especial” que cumplir, y parte de seguir al Espíritu Santo consiste en aprender a descubrir cuál es ese papel. Puede que no sea algo grande a los ojos del mundo. Podría ser la sanación de una relación especial determinada. Podría ser, como en el caso de Helen Schucman, llevar un mensaje de Dios al mundo. Podría ser criar y educar niños desde la perspectiva de una mente que ha sanado. Podría ser atender un mostrador, escuchar a los clientes y perdonarles. Pero tenemos una función y tenemos que encontrarla y llevarla a cabo.

Sea cual sea, siempre será alguna forma de sanación, de deshacer la culpa, de reconocer al Cristo en aquellos que nos rodean. Será una función que, de alguna forma, da y trae la gracia al mundo, pues todas las funciones dentro del plan de Dios entran en esta categoría general. Nuestra función aquí es la sanación.

Cuando encuentre mi función, encontraré mi felicidad, pues la felicidad es mi función. Esto es lo que elijo hoy. Padre, hoy digo:

“Iré don Tú quieres que vaya, haré lo que Tú quieres que haga. Siempre Te amaré”.

Todos mis pesares desaparecerán en Tu abrazo. (2:5)

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¿Qué es el Juicio Final? (Parte 7)

L.pII.10.4:1

El Juicio Final de Dios es tan misericordioso como cada uno de los pasos de Su plan para bendecir a Su Hijo y exhortarlo a regre­sar a la paz eterna que comparte con él. (4:1)

El plan de Dios y su final se caracterizan por una cosa: la misericordia. El resultado final es misericordioso, y cada paso a lo largo de nuestro aprendizaje será misericordioso. Dios tiene un plan, y ese plan es llamarnos a “regre­sar a la paz eterna que comparte con” nosotros. Cualquier parte de ese plan es misericordiosa.

Algunas veces, aunque pensemos que el final será misericordioso, pensamos que las dificultades, el dolor y el sufrimiento son necesarios en el camino. Yo no lo creo. Pienso que la naturaleza misericordiosa del resultado está también en todo el camino. Cada parte de él está dirigido a liberarnos del sufrimiento. “No hay que sufrir para aprender” (T.21.I.3:1). Cuando, en nuestra ceguera, elegimos dolor, puede ser usado para enseñarnos; pero no es necesario que sea de ese modo. El único deseo de Dios es liberarnos de nuestro sufrimiento.

Y al final, Él nos liberará. Al final, conoceremos la totalidad de Su misericordia, la firmeza de Su Amor, y el brillante esplendor de Su dicha. En el corazón del universo, Dios es una extensión infinita de bienvenida.

AUDIO (en Ivoox) de Loran@ Galindo


VIDEO Mich Gaymard:
https://www.youtube.com/watch?v=tGJjx91daP0

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