LECCIÓN 96
La salvación procede dé mi único Ser.
1. Aunque eres un
solo Ser, te percibes a ti mismo como si fueses dos: bueno y malo, lleno de
amor y lleno de odio, mente y cuerpo. 2Esta sensación de estar
dividido en dos estados opuestos da lugar a un constante y agudo conflicto, y
conduce a desesperados intentos de reconciliar los aspectos contradictorios de
esa auto-percepción. 3Has buscado muchas de estas soluciones
reconciliatorias, pero ninguna de ellas te ha dado resultado. 4Los
opuestos que percibes en ti jamás serán compatibles. 5Tan sólo uno
de ellos existe.
2. Si has de salvarte, tienes que aceptar el hecho
de que, por mucho que lo intentes, la verdad y lo ilusorio no pueden reconciliarse,
independientemente de los medios que utilices o de dónde percibas el problema. 2Hasta
que no aceptes esto, irás en pos de un sinnúmero de metas irrealizables,
desperdiciarás el tiempo, tus esfuerzos serán en vano, fluctuarás entre la
esperanza y la duda, y cada intento será tan fútil como el anterior y tan
inútil como sin duda alguna habrá de ser el siguiente.
3.
Los problemas que no tienen
sentido no se pueden resolver dentro del marco en que se han planteado. 2Dos
seres en conflicto supone una condición que no se puede resolver, y no puede
haber tampoco un punto de encuentro entre el bien y el mal. 3El ser
que tú fabricaste jamás podrá ser tu Ser, ni tampoco puede tu Ser dividirse en
dos y seguir siendo lo que es y lo que no puede sino ser eternamente. 4Una
mente y un cuerpo no pueden ambos coexistir. 5No trates de
reconciliarlos, pues cada uno de ellos niega que el otro sea real. 6Si
eres lo físico, tu mente desaparece del concepto que tienes de ti mismo, pues
no tiene un lugar en el que realmente pueda ser parte de ti. 7Si
eres espíritu, el cuerpo es entonces el que no tiene ningún sentido en tu
realidad.
4. La mente es el
medio del que el espíritu se vale para expresarse a Sí Mismo. 2Y la
mente que sirve al espíritu está en paz y llena de gozo. 3Deriva su
poder del espíritu y desempeña gustosamente su función aquí. 4La
mente puede, por otro lado, verse también a sí misma como divorciada del
espíritu y percibirse como dentro de un cuerpo al que confunde consigo misma. 5Sin
su función, pues, no tiene paz, y la felicidad se vuelve algo ajeno a su
pensamiento.
5. Mas una
mente separada del espíritu no puede pensar. 2Ha negado la Fuente de
su fortaleza, y se considera a sí misma desvalida, limitada y débil. 3Desasociada
ahora de su función, cree estar sola y separada, atacada por ejércitos que se
organizan contra ella; cree asimismo estar oculta en la frágil estructura del
cuerpo. 4Ahora tiene que reconciliar lo que es diferente con lo que
es lo mismo, pues para eso es para lo que piensa que es.
6. No
pierdas más tiempo en esto. 2¿Quién puede resolver los insensatos
conflictos que los sueños presentan? 3¿Qué significado podría tener
en verdad su resolución? 4¿Qué objeto tendría? 5¿De qué
serviría? 6La salvación no puede hacer que las ilusiones sean
reales, ni tampoco resolver un problema que no existe. 7Tal vez
albergas la esperanza de que puede. 8Mas ¿querrías que el plan de
Dios para la liberación de Su amado Hijo le causase dolor a éste y además no lo
liberase?
7. Tu Ser
aún conserva Sus pensamientos, los cuales permanecen dentro de tu mente y en la
Mente de Dios. 2El
Espíritu Santo conserva la
salvación en tu mente y le ofrece el camino de la paz. 3La salvación
es un pensamiento que compartes con Dios porque Su Voz lo aceptó por ti y
respondió en tu nombre que se había consumado. 4De esta manera, la
salvación está salvaguardada entre los pensamientos que tu Ser aprecia y abriga
por ti con amor.
8. Hoy
intentaremos localizar este pensamiento, cuya presencia en tu mente está
garantizada por Aquel que te habla desde tu único Ser. 2Nuestras
prácticas de cinco minutos cada hora estarán dedicadas a buscar este Ser en tu
mente. 3La salvación procede de Él a través de Aquel que es el puente
entre tu mente y Él. 4Espera pacientemente y deja que Él te hable
acerca de tu Ser y de lo que tu mente puede hacer una vez que haya sido
restituida a Éste y se encuentre libre para servir Su Voluntad.
9. Comienza
diciendo lo siguiente:
3Sus pensamientos están a mi disposición.
4Luego
busca Sus pensamientos, y reclámalos como tuyos. 5Son tus
pensamientos reales, los cuales has negado mientras dejabas que tu mente vagase
por un mundo de sueños en busca de ilusiones que los sustituyesen. 6He
aquí tus pensamientos, los únicos que tienes. 7La salvación se
encuentra entre ellos. aHállala allí.
10. Si
tienes éxito, los pensamientos que se te ocurran te dirán que te has salvado y
que tu mente ha encontrado la función que procuró perder. 2Tu Ser
le dará la bienvenida y la colmará de paz. 3Una vez que su fortaleza
haya sido restaurada, tu mente podrá fluir de nuevo desde su espíritu al
espíritu de todas las cosas creadas por el Espíritu a semejanza de Sí Mismo. 4Tu
mente bendecirá todas las cosas. 5Una vez que la confusión haya
cesado, quedarás restaurado, pues habrás hallado tu Ser.
11. Tu Ser
sabe que hoy no puedes fracasar. 2Tal vez tu mente siga dudándolo
por un rato, 3pero no te dejes desanimar por ello. 4Tu
Ser conservará para ti la dicha que experimenta, y gozarás de ella con plena
conciencia. 5Cada vez que dedicas cinco minutos de cada hora a
buscar a Aquel que une a tu mente con tu Ser, le ofreces un tesoro adicional
para que lo salvaguarde para ti.
12. Cada vez
que le dices hoy a tu agitada mente que tu salvación procede de tu único Ser,
añades otro tesoro más a tu creciente almacén. 2Y éste se le da en su totalidad a todo aquel que
lo pida y acepte el regalo. 3Piensa, pues, cuánto se te está dando
este día para que lo des, de manera que se te pueda dar a ti.
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Ayuda para las lecciones:
de Robert Perry y Allen Watson
http://www.un-curso-de-milagros.com/milagros/LECCIONES-UCDM.pdf
LECCIÓN
96 - 6
ABRIL
“La
salvación procede de mi único Ser”
Instrucciones para
la práctica
Propósito:
Encontrar
el pensamiento de la salvación en lo más profundo de nuestra mente, y permitirle
devolverle a tu mente su verdadera función de bendecir todas las mentes.
Ejercicios
más largos: Cada hora, a la hora en punto, durante cinco minutos (si no puedes
hacerlo, al menos haz el alternativo).
- Di: “La salvación procede de mi único Ser. Sus pensamientos están a mi disposición”.
- El resto parece ser una mezcla de meditación (en la que intentas llegar a tus pensamientos reales, como en la Lección 45) y escuchar al Espíritu Santo (estando atento a Su enseñanza espiritual, como en la Lección 76). Busca muy dentro de tu mente la Presencia del Espíritu Santo. Él está ahí para decirte tus propios pensamientos, los pensamientos de tu verdadero Ser, en especial el pensamiento de la salvación. Si tienes éxito, te vendrán pensamientos que te dirán que te has salvado y que puedes salvar. Estos pensamientos son más que pura información, llenarán tu mente de fortaleza, permitiéndote bendecir a todas las mentes. Recuerda el entrenamiento que has recibido tanto en meditación como en escuchar al Espíritu Santo: Mantén tu mente en un estado de atención silenciosa, escucha con confianza, y retira a tu mente de toda distracción cuando sea necesario.
Recordatorios
frecuentes: Tan a menudo como puedas.
Repite la idea. Mientras lo
haces, imagina que estás depositando otro tesoro en tu almacén de tesoros, un
tesoro que puedes reclamar en cualquier momento que quieras. Si lo deseas,
repite la idea de este modo ahora.
Apoyo
a la práctica: Puede que hoy no te sientas seguro de haber tenido
éxito, pero tu Ser sabe que no puedes fracasar. Tu práctica Le llena de gozo a
Él, y guardará este gozo para ti, guardándolo en tu almacén de tesoros hasta
que estés listo para recibirlo y experimentarlo.
Comentario
“Aunque eres un solo Ser, te
percibes a ti mismo como si fueses dos” (1:1). Sentirnos divididos es una
experiencia universal. Incluso la misma práctica de estas lecciones nos lo hace
ver claro: por una parte, queremos hacer la práctica porque queremos ir a Dios,
queremos la iluminación; por otra parte, cuando llega la hora y es el momento
de tomar cinco minutos, algo dentro de nosotros se resiste a hacerlo. Parece
como si hubiera dos seres dentro de nosotros: uno “bueno” y el otro “malo”, uno
que quiere la luz y el otro que se agarra a la obscuridad.
La mayor parte de mi vida he
vivido con esto, creyendo que mi experiencia era verdad. Sin embargo, algo
dentro de mí me decía que no es así. ¿Cómo podría ser dos seres diferentes?
¿Cómo podría tener dos naturalezas, como me enseñó mi formación cristiana
(carne y espíritu)? No tenía sentido. La naturaleza de algo, de cualquier cosa,
es siempre una. El Curso explica que una, el espíritu, es real; la otra, el ser
separado que se experimenta a sí mismo como un cuerpo, es irreal, nada más que
un producto de mi imaginación. Yo no estoy dividido, y todo lo que parezca que
lo estoy es un truco de mi mente, un engaño a mí mismo.
Basada en la ilusión de
estar dividida en opuestos, la mente “ha buscado muchas… soluciones” (1:3). Se
ha engañado creyendo en la realidad de esta división y en la realidad del ser
físico. Por lo tanto, intenta continuamente hacer que las cosas funcionen, y
nunca lo hacen. La mente se pone al servicio del cuerpo, planea maneras de que
se sienta cómodo, de que esté a gusto, de que dure para siempre, de mantenerlo
a salvo de daños. Al hacer esto, la mente pierde su verdadera función.
Nuestro único Ser es
espíritu. En su preocupación por el cuerpo, la mente ha perdido de vista al
espíritu casi por completo. Necesita recuperar su verdadera función de servir
al espíritu: “La mente es el medio del que el espíritu se vale para expresarse
a Sí Mismo” (4:1). Esto es lo que nos trae paz
y llena de alegría nuestra mente; mientras que servir al cuerpo no trae
más que conflicto y dolor. Los pensamientos del espíritu buscan expresarse a
través de nuestra mente, para eso es la mente.
El Espíritu Santo es un
agente de Ayuda divina, que lleva a la mente de nuevo a su verdadera
función de servir al espíritu. Para
nuestra mente, Él es el representante del espíritu, de nuestro verdadero Ser,
recordándonos constantemente que dejemos a un lado esta inútil búsqueda de la
salvación en el reino de lo físico, y que abramos nuestra mente al espíritu.
“Si eres espíritu, el cuerpo es entonces el que no tiene ningún sentido en tu
realidad” (3:7). Debido a que hemos separado a nuestra mente de su verdadera
función, pensamos que estamos solos y separados. Necesitamos un Ayudante Que
nos recuerde nuestra verdadera relación con el espíritu.
Nuestro espíritu, nuestro
Ser, “aún conserva Sus pensamientos, los cuales permanecen dentro de tu mente y
en la Mente de Dios (7:1). Seguimos siendo, en espíritu, tal como Dios nos
creó. Así que no estamos intentando cambiar lo que es nuestra mente, sino
cambiar el propósito al que sirve. En estos ejercicios, estamos buscando
volvernos a conectar con el espíritu, dejar a un lado durante cinco minutos los
problemas del ser físico que pensamos que somos y que nos distraen por
completo, estamos buscando abrirnos a estos pensamientos del espíritu para
permitir que nuestra mente encuentre su función como canal del espíritu. “Una
vez que su fortaleza haya sido restaurada, tu mente podrá fluir de nuevo desde
su espíritu al espíritu de todas las cosas creadas por el Espíritu a semejanza
de Sí Mismo. Tu mente bendecirá todas las cosas” (10:3-4). Ésa es nuestra
función, para eso es para lo que fuimos creados. “Extender el Ser de Dios es la
única función del espíritu” (T.7.IX.3:1).
De este modo me descubro a
mí mismo como prolongador del Ser de Dios. Dios es Amor, y por eso yo amo. Dios
crea, y por eso yo creo, que aquí en la tierra se expresa como sanación, como
restaurar la creación a su estado natural.
Este “Ser” del que el Curso
habla no es algo separado de mí, soy
yo. Hablar de buscar los pensamientos de mi único Ser, casi parece como si el
Ser estuviera separado de mí y yo estuviera buscando comunicarme con Él. Pero
el Ser soy yo. “Ahí estás tú, Eso es lo que eres” (L.93.9:7). Estamos poniendo
en contacto la mente con nuestro espíritu, pero soy yo, la luz ya está en mí,
los pensamientos que estoy “buscando” son mis propios pensamientos que yo he
apartado de la consciencia de mi mente.
Aquí no se describe con gran
detalle lo que se nos pide que practiquemos. Puedes estarte preguntando: “¿Qué
es lo que estoy esperando mientras me siento durante cinco minutos?” Y yo no
puedo decírtelo, nadie puede. Lo sabrás cuando lo encuentres. La lección
reconoce que puede que no “conectes” hoy; utiliza frases como “si tienes éxito”
(10:1) y “tal vez tu mente siga dudándolo por un rato” (11:2). Nos dice: “pero
no te dejes desanimar por ello” (11:3). Relájate, ten paciencia. Haz los
ejercicios de todos modos. Cada vez que los haces tu Ser se llena de gozo,
aunque ese gozo no llegue a tu mente consciente, y guarda ese gozo, listo para llevarlo
a tu consciencia cuando “tengas éxito” y sientas a tu único Ser.
AUDIO (en Ivoox) de Loran@ Galindo
VIDEO Mich Gaymard
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