LECCIÓN 255
Elijo pasar este día en perfecta paz.
1. No me parece que pueda elegir experimentar únicamente paz hoy. 2Sin
embargo, mi Dios me asegura que Su Hijo es como Él. 3Que pueda hoy
tener fe en Aquel que afirma que soy el Hijo de Dios. 4Y que la paz
que hoy elijo experimentar dé fe de la verdad de Sus Palabras. 5El
Hijo de Dios no puede sino estar libre de
preocupaciones y morar eternamente en la paz del Cielo. 6En Nombre
Suyo, consagro este día a encontrar lo que la Voluntad de mi Padre ha dispuesto
para mí, a aceptarlo como propio y a concedérselo a todos Sus Hijos, incluido
yo.
2. Así es como deseo pasar este día Contigo,
Padre mío. 2Tu Hijo no Te ha olvidado. 3 La
paz que le otorgaste sigue estando en su mente, y es ahí donde elijo pasar este
día.
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Ayuda para las lecciones:
de Robert Perry y Allen Watson
http://www.un-curso-de-milagros.com/milagros/LECCIONES-UCDM.pdf
LECCIÓN 255
- 12 SETIEMBRE
“Elijo pasar
este día en perfecta paz”
Instrucciones para la práctica
Ver las
instrucciones para la práctica en las instrucciones de la Segunda Parte del
Libro de Ejercicios, o en la Tarjeta de Práctica de este libro.
Comentario
La paz
no parece ser una cuestión de elección: “No me parece que pueda elegir
experimentar únicamente paz hoy” (1:1). Nuestro ego quiere hacernos creer que
cosas externas a nuestra mente nos pueden quitar la paz o nos pueden dar la
paz. No es así.
Si soy
el Hijo de Dios y, por lo tanto, como Él Mismo, tengo el poder de decidir, el
poder de elegir la paz. Dios dice que
es así, voy a tener fe en Él, y voy a actuar de acuerdo a esa fe. ¡Voy a
intentarlo! Voy a elegir pasar este día en perfecta paz. Cuanto más me decido a
“consagrar este día a encontrar lo que la Voluntad de mi Padre ha dispuesto
para mí”, que es la paz del Cielo, y
“la acepto como propia” (1:6), más siento esa paz. Probablemente también
encontraré un montón de cosas que surgen intentando alterar esa paz. Pero puedo
responder a esas cosas diciendo: “Elijo la paz en lugar de esto” o “Esto no
puede quitarme la paz que mi Padre me ha dado”. Cuando lo hago, la paz que
elijo y que siento “dará fe de la verdad de Sus Palabras” (1:4).
Recuerda:
tu estado mental no es perfecto, tampoco se espera que lo sea. Te estás
entrenando, éste es un curso en entrenamiento mental. Cuando practico acordes
de guitarra, especialmente los nuevos, al principio poner los dedos en la
posición correcta necesita mucha concentración y esfuerzo. Tengo que romper el
ritmo de la canción, voy más despacio para poner los dedos de la manera
adecuada. No espero hacerlo bien todas las veces. Equivocarme y corregir mis
fallos es parte del entrenamiento. Finalmente, con el tiempo, mis dedos
empiezan a acostumbrarse, van cada vez con más frecuencia al lugar correcto
para hacer sonar el acorde sin zumbidos ni notas muertas. Eso es lo que estamos
haciendo con estas lecciones: practicar el hábito de la paz.
Nuestro
propósito hoy es pasar el día con Dios (2:1). Nosotros, Su Hijo, no Le hemos
olvidado, y nuestra práctica da fe de ello. La paz de Dios está en nuestra
mente, donde Él la puso. Podemos encontrarla, podemos elegir pasar nuestro día
ahí, en paz, con Él. Podemos hacerlo,
Dios nos asegura que podemos. Así pues, vamos a practicarlo. Vamos a empezar.
Vamos a aceptar Su paz como propia, y a dársela a todos los Hijos de nuestro
Padre, incluidos nosotros (1:6).
¿Qué es el pecado?
(Parte 5)
L.pII.4.3:1-2
Nuestras
ilusiones proceden, o surgen, de nuestros pensamientos falsos. Las ilusiones no
son realmente “cosas” en absoluto, son símbolos que representan a cosas
imaginadas (3:1). Son como un espejismo, una imagen de algo que no está ahí en
absoluto. Nuestros pensamientos de carencia (de que nos falta algo), nuestros
sentimientos de poca valía, nuestra culpa y miedo, la apariencia del mundo que
nos ataca, incluso nuestros mismos cuerpos, son todos ellos ilusiones,
espejismos, símbolos que no representan nada.
“El
pecado es la morada de las ilusiones” (3:1). La idea de nuestra podredumbre
interior, nuestra naturaleza torcida, alberga la misma ilusión. El pensamiento
de pecado y culpa inventa un entorno
que apoya y alimenta cada ilusión. Lo que necesita cambiarse es ese pensamiento
de la mente. Elimina el pensamiento de pecado y nuestras ilusiones no tienen
dónde vivir. Simplemente se convierten en polvo.
Estas
ilusiones, que surgen de pensamientos falsos y que hacen del “pecado” su hogar,
son “la "prueba" de que lo que no es real lo es” (3:2). Por ejemplo,
nuestro cuerpo parece demostrarnos que la enfermedad y la muerte son reales.
Nuestros sentidos parecen demostrar que el dolor es real. Nuestros ojos y oídos
ven toda clase de pruebas de culpa, de la realidad de la pérdida, y de la
debilidad del amor. El mundo parece demostrarnos que Dios no existe o que está
enfadado con nosotros. Estas cosas que nuestras ilusiones parecen demostrar no
existen en absoluto y, sin embargo, nos parecen reales. Todo esto reside en
nuestra creencia en el pecado, y sin esa creencia, desaparecerían.
AUDIO (en Ivoox) de Loran@ Galindo
http://www.ivoox.com/lecciones-curso-milagros-255-audios-mp3_rf_8279939_1.html
VIDEO Mich Gaymard:
http://www.michelgaymard.com/site/leccion-255-elijo-pasar-este-dia-en-perfecta-paz/
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