LECCIÓN 284
Puedo elegir cambiar todos los pensamientos que me causan dolor.
1. Las pérdidas no son
pérdidas cuando se perciben correctamente., 2El dolor es imposible.
3No hay pesar que tenga causa alguna. 4Y cualquier clase de sufrimiento no es más que un
sueño.
5Ésta es la verdad, que al principio sólo se dice de boca, y luego,
después de repetirse muchas veces, se acepta en parte como cierta, pero con
muchas reservas. 6Más tarde se considera seriamente cada vez más y
finalmente se acepta como la verdad. 7Puedo elegir cambiar todos los
pensamientos que me causan dolor. 8Y hoy deseo ir más allá de las
palabras y de todas mis reservas, y aceptar plenamente la verdad que reside en
ellas.
2. Padre, lo que Tú me has
dado no puede hacerme
daño, por lo tanto, el sufrimiento y el dolor son imposibles. 2Que mi
confianza en Ti no flaquee hoy. 3Que acepte como Tu regalo
únicamente aquello que produce felicidad y que acepte como la verdad únicamente
aquello que me hace feliz.
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Ayuda para las lecciones:
de Robert Perry y Allen Watson
http://www.un-curso-de-milagros.com/milagros/LECCIONES-UCDM.pdf
LECCIÓN 284
- 11 OCTUBRE
“Puedo
elegir cambiar todos los pensamientos que me causan dolor”
(Hace
varios años escribí un artículo acerca de la parte del medio de esta lección,
llamado “El Proceso de Cambiar los Pensamientos”. Es un poco largo para un
comentario diario, así que lo he incluido después del comentario habitual, como
un añadido. ¡Disfrútalo!)
Instrucciones para la práctica
Ver las
instrucciones para la práctica en las instrucciones de la Segunda Parte del
Libro de Ejercicios, o en la Tarjeta de Práctica de este libro.
Comentario
Ésta es
una de las afirmaciones muy bien condensadas de la enseñanza práctica del
Curso. Lo que se ve como “afuera”, primero tiene que verse que se origina dentro, en mis pensamientos. Luego se
aplica esta lección. Si la causa del problema está en mis pensamientos, yo
puedo cambiar el problema. La causa de los problemas y, por lo tanto, su
solución está en mi mente y dentro de mi control.
“Las
pérdidas no son pérdidas cuando se perciben correctamente” (1:1). ¡Caray! Eso
es un hueso muy duro de roer. Quizá recientemente hubo algo que yo quería
hacer, o algún sito a donde quería ir, y no pude hacerlo. Pude percibirlo como
una pérdida y me disgusté. Sin embargo, si se percibe correctamente, esa
pérdida se puede percibir como que no es una pérdida en absoluto. La percepción
de un suceso, cualquier suceso, como una pérdida está en la mente, el “daño” no
procede del acontecimiento externo sino de mis pensamientos acerca de ello,
pero “Puedo elegir cambiar todos los
pensamientos que me causan dolor”.
Pero tenemos una lista mental de pérdidas menores y
mayores, y según subimos por esta lista se hace cada vez más difícil de
aceptar. No ir a un concierto o a una reunión es una cosa. Pero hace unos años
se estropeó completamente el disco duro de mi ordenador, perdí varios años de
mis publicaciones y una lista de correos con cientos de nombres en ella, sin
copias de seguridad, no había manera de recuperarlo. Perdido todo. Me costó
mucho tiempo no verlo como una pérdida. Pero sigue siendo lo mismo. La
percepción de la pérdida estaba en mi mente, y toda percepción de pérdida y de
dolor siempre está ahí y en ningún otro sitio. Y siempre puedo cambiar esos
pensamientos si realmente quiero hacerlo.
Si subimos en la lista un poco más: ¿Y si alguien
que amamos muere, especialmente cuando nadie lo esperaba, “trágicamente” de una
enfermedad o un accidente violento? ¿Cómo es posible aplicar “Las pérdidas no son pérdidas cuando se perciben correctamente” a ese
acontecimiento? Es evidente que la lección quiere que lo apliquemos, porque
continúa:
El dolor es imposible. No hay pesar que tenga causa alguna. Y cualquier clase de sufrimiento no es más que
un sueño. (1:2-4)
La
lección dice que, si se percibe correctamente, incluso la muerte no es motivo
de sufrimiento. Es una forma más extrema del mismo caso, la causa de nuestro
sufrimiento, de nuestro dolor, de nuestra pena no viene de fuera de nosotros.
Viene del modo en que pensamos acerca de las cosas. Y podemos cambiar nuestra
manera de pensar y eliminar el dolor. La cuestión principal de la vida no está
en lo externo, está en nuestros pensamientos.
No
puedes ir donde alguien que acaba de perder un ser querido y decirle: “No hay
razón para que sufras”. Probablemente parecería cruel y frío, como si le
dijeras: “No es una pérdida. Mira al lado positivo: ahora no tendrás que
aguantar sus fallos, y puedes encontrar a alguien que te haga verdaderamente
feliz”. Las personas que intentan decir a alguien que sufre: “No hay razón para
que sufras” a menudo están eligiendo ser “espiritualmente correctas” a costa de
la amabilidad.
Sin
embargo, pienso que la lección nos pide que a
nosotros mismos nos digamos que: “No hay razón para el sufrimiento”,
incluso en casos en los que parece ser una pérdida extrema. En las líneas que
siguen, sugiere un proceso que podemos seguir para cambiar nuestros
pensamientos incluso en esos casos aparentemente imposibles. (Ver el artículo
al final para más detalles acerca del proceso de cambiar nuestros
pensamientos). No es un proceso que sucede al instante, y puede necesitar
bastante tiempo cambiar la dirección de nuestros pensamientos. Pero es posible,
está dentro de nuestro alcance cambiar todos los pensamientos que nos causan
dolor. Nuestro objetivo debería ser ver finalmente que: “El sufrimiento y el
dolor son imposibles” (2:1). ¿Por qué? Porque nuestro Padre no nos daría nada
que nos cause dolor, y no hay otra Fuente. Él sólo nos da lo que produce
felicidad, y sólo eso es verdad (2:3).
¿Qué es el Espíritu Santo? (Parte 4)
L.pII.7.2:3-4
El
proceso de cambiar nuestras percepciones que aquí se trata es exactamente el
mismo que el proceso de cambiar nuestros pensamientos que se describe en la
Lección 284: “Puedo elegir cambiar
todos los pensamientos que me causan dolor”. “Todo sonido e imagen tiene
que transformarse de testigo del miedo en testigo del amor” (2:2).Este proceso
de “cambiar los pensamientos que hacen daño” es el objetivo del aprendizaje, y
cuando se haya logrado, se habrá acabado el juego (2:3). Éste es el propósito,
el final de todo proceso espiritual. La Lección 193 lo explica muy claro:
¿Cómo puedes saber cuándo estás viendo equivocadamente o cuándo no
está alguien percibiendo la lección que debería aprender? ¿Parece ser real el
dolor en dicha percepción? Si lo parece, ten por seguro que no se ha aprendido
la lección. (L.193.7:1-3)
Una
percepción de dolor es una falta de perdón. Indica la necesidad de un cambio en
la manera de ver las cosas. No es pecado o malo sentir dolor o pena, es sólo
una percepción equivocada que necesita ser corregida. Tampoco hay que sentir
vergüenza si nos cuesta hacer el cambio. Para eso está el Espíritu Santo, para
ayudarnos en el proceso de cambiar nuestros pensamientos y nuestras
percepciones. De esto trata la vida, ésta es la única lección en esta escuela.
Lo hacemos por medio de frecuentes repeticiones de la verdad, y por medio de
llevarle continuamente nuestras percepciones de dolor para que Él las sane. La
ausencia total de esas percepciones de dolor llega sólo al final de todo el
proceso. El Manual lo explica muy bien: “Tu función es escapar de ellas (la
percepción del dolor, por ejemplo), no que no las tengas” (M.16.4:2). Es
nuestra propia experiencia con el dolor y el sufrimiento, y nuestra experiencia
de escapar de ellos, lo que nos permite ayudar a otros que están atrapados en
ellos.
Entonces,
aprender del Espíritu Santo supone reconocer abiertamente nuestras percepciones
falsas y no sentirnos culpables por ello, sino llevárselas para que Él las
sane. Este aprendizaje “se convierte en el medio que se transciende a sí mismo,
de manera que pueda ser reemplazado por la Verdad Eterna” (2:4). Si nos
quejamos y nos lamentamos por el proceso de aprendizaje, retrasaremos el
resultado deseado. No se espera que estemos sin experiencias de dolor y
sufrimiento, ni deberíamos esperarlo nosotros. Pero tenemos que dedicarnos a la
tarea de escapar de ellas cuando ocurren, llevándolas a la dulce bondad de la
Presencia del Espíritu Santo, pidiéndole que cambie nuestras percepciones para
que lo que vemos como testigos del miedo se conviertan en testigos del amor.
El Proceso de Cambiar los
Pensamientos
Comentarios extra a la lección 284
La
repetición frecuente de una idea es necesaria para que aprendamos esa idea,
especialmente si esa idea es totalmente contraria a algo que anteriormente
hemos aceptado como verdadero. Desde el punto de vista del Curso, todos
nosotros hemos aceptado el sistema de pensamiento del ego, lo cual queda
demostrado por nuestra presencia en este mundo de separación. Puesto que el
sistema de pensamiento del Espíritu Santo es completamente opuesto al sistema
de pensamiento del ego, la frecuente repetición de las ideas del Curso es
fundamental para aprender el Curso.
A lo
largo de todo el Texto y del Libro de Ejercicios, las mismas ideas se repiten y
reafirman una y otra vez. En las lecciones del Libro de Ejercicios se nos ruega
que repitamos la idea del día cada hora, y en la Primera Parte cada idea se
repasa, de modo que le dedicamos dos días, por lo menos. Jesús reconoce que
sustituir los pensamientos del ego con los pensamientos de Dios es un proceso
lento y gradual, y no hay culpa en reconocer que aunque mentalmente puedo
entender alguna idea del Curso (como “Las pérdidas no son pérdidas cuando se
perciben correctamente”) todavía estoy muy lejos de aceptarla completamente. Si
reconozco mi aceptación imperfecta de las ideas del Curso, la repetición
continua de la idea y su aplicación continua en diversas situaciones es el
remedio prescrito.
CINCO ETAPAS EN EL PROCESO DEL
CAMBIO DE PENSAMIENTO
La
Lección 284 del Libro de Ejercicios habla directamente de este proceso mediante
el cual cambiamos nuestros pensamientos. Su título es “Puedo elegir cambiar todos los
pensamientos que me causan dolor”. Así es como describe el proceso del cambio de pensamiento:
Ésta es
la verdad
1 que
al principio sólo se dice de boca
2
después se repite muchas veces
3 luego
se acepta en parte como cierta, pero con muchas reservas
4 más
tarde se considera seriamente cada vez más
5 y finalmente se acepta como la
verdad.
Claramente
hay cinco etapas en el proceso del cambio de pensamiento. Antes de todas estas
etapas, hay un estado en el que creemos todo lo contrario, o no tenemos ninguna
opinión sobre ello. Para la mayoría de nosotros este “Estado Cero” es nuestro
estado cuando por primera vez empezamos a leer el Curso.
Por
ejemplo, toma la sencilla afirmación que se da en esta Lección: “Las pérdidas
no son pérdidas cuando se perciben correctamente” (L.284.1:1). La mayoría de
nosotros abrimos el Curso firmemente convencidos de que las pérdidas son
pérdidas, y que son reales; nuestra creencia en la realidad de la pérdida está
fuera de duda. En el Curso encontramos afirmaciones muy claras que nos dicen
que estamos equivocados, que la pérdida no existe excepto como una creencia
equivocada en nuestra mente. Al trabajar con esa idea nos moveremos lentamente
a través de esas cinco etapas del cambio de pensamiento.
Creer en las Palabras: “al principio sólo se dice de boca”
El
cambio de pensamiento empieza con el servicio de los labios a una idea. En esta
etapa del comienzo, lo que estamos diciendo es: “Creo que esta idea es verdad y
me gustaría creerla”. Con muchas ideas del Curso, la etapa de “Creer en las
Palabras” es incluso menos que eso, suele ser: “Esta idea puede ser verdad y estoy dispuesto a creerla”. Si somos honestos
con nosotros mismos, nos daremos cuenta de que con muchas de las ideas del
Curso no hemos avanzado más allá de esta etapa. Con algunas de las ideas del
Curso, tales como la enseñanza de que Dios no creó el mundo, me costó tres años
llegar a estar dispuesto a considerar la idea como verdadera.
Creencia Mental: “después se repite muchas veces”
Haber
decidido aceptar la nueva idea en nuestro sistema de pensamiento (Etapa 1) no
hace mucho, no es más que entreabrir la puerta para que entre. La siguiente
etapa es donde viene la repetición frecuente. Repetimos la idea una y otra vez,
quizá en voz alta, quizá en silencio. Compramos casetes o lecturas del Curso y
las escuchamos una y otra vez. Hacemos de verdad las lecciones del Libro de
Ejercicios. (Estoy convencido de que la mayoría de nosotros “fallamos” en
nuestra práctica de las lecciones del Libro de Ejercicios, “olvidando” hacer
las repeticiones frecuentes porque ni siquiera hemos alcanzado la Etapa 1 con
la idea de que se trate, porque no estamos dispuestos a dejar que entre).
Leemos el Texto una y otra vez. Durante esta etapa todavía no creemos realmente
en la idea, estamos intentando convencer a nuestra mente de que es verdad. Con
la mayoría de las ideas del Curso, la mayor parte de los estudiantes están
todavía trabajando en esta Etapa 2. Estoy seguro de que esto es así conmigo.
Creencia Parcial: “luego se acepta en parte como cierta, pero
con muchas reservas”
La
repetición frecuente de la idea nos trae situaciones en las que encontramos
experiencias concretas que nos confirman la verdad de la idea. Tenemos un
instante santo, o un instante de perdón en una relación, y reconocemos la
verdad de algo que el Curso nos ha estado diciendo. Ésta es la experiencia
“¡Ah!”, la comprensión de: “¡Ahora sé lo que el Curso quiere decir con esto!”
Quizá sentimos el cambio en la manera en que vemos a una persona y vemos su
inocencia, vemos que no hubo pecado y, por lo tanto, no hay nada que perdonar.
Ahora podemos ver la verdad del Curso en esta situación. Pero todavía tenemos
dificultad en aplicarlo a alguien que nos ofendió profundamente o nos maltrató,
o a alguien como Hitler, o a asesinos de masas. Aceptamos la idea pero “con
muchas reservas”. Algunos de nosotros con algunas ideas hemos llegado a la
Etapa 3.
Creencia en aumento: “más tarde se considera seriamente cada vez
más”
La
Etapa 4 es lo que el Curso llama generalización. Una vez que hemos visto la
verdad de una de las ideas del Curso en una situación, empezamos a sentirla
cada vez más en una situación tras otra. Aquí, en esta etapa, es donde los
estudiantes serios del Curso pasarán la mayor parte de su vida. Si la Etapa 1
era la de la aceptación mental y la Etapa 2 era la de la repetición mental de
la idea, luego la Etapa 3 es la de la aceptación por la experiencia, la Etapa 4
es la repetición de experiencias con la idea. Nos damos cuenta de que si la
idea demostró ser cierta en esta situación, entonces quizá podemos aplicarla a
esa situación y a otra y otra. Una y otra vez tenemos que confirmar la idea en
una experiencia tras otra.
Incluso
en esta etapa no hemos llegado a la aceptación total de lo que el Curso está
diciendo. Creo que eso es lo Helen Schucman quería decir en su afirmación
mencionada frecuentemente de que ella sabía que el Curso era verdad, pero que
ella no lo creía. Ella era muy consciente de que todavía tenía muchas dudas y
estaba en el proceso de considerar las ideas seriamente cada vez más, pero
todavía no había llegado a la aceptación total. Su afirmación nos parece un
poco sorprendente y perturbadora porque Helen era más honesta que el resto de
nosotros. Muy pocos han ido más allá de esta etapa.
Creencia Total: “finalmente se acepta como la verdad”
Esta
etapa final es nuestro objetivo en este mundo, es el final de la jornada. Aquí la
idea que empezó como una idea mental, ganó un lugar más importante en nuestra
mente por medio de repeticiones frecuentes, empezó a aplicarse en la
experiencia y poco a poco llegó a abarcar cada vez una mayor parte de nuestra
vida, y finalmente se ha generalizado completamente. Ahora vemos que las ideas
son completamente verdad, y las aplicamos a todo por igual. Ya no hay grados de
dificultad en los milagros y no hay dudas ni excepciones. Como ya he dicho
antes, pocos han llegado a esta etapa con unas pocas ideas del Curso.
Es como
aprender un idioma extranjero. Al principio los sonidos del idioma parecen
incomprensibles (¡probablemente todos hemos tenido esa experiencia con el
Curso!). Eliges aprender un idioma. Te dedicas a repeticiones frecuentes. Empiezas
a sentirte cómodo en unas pocas situaciones, poco a poco extiendes tu
experiencia con el nuevo idioma cada vez a más aspectos de tu vida hasta que un
día, si eres aplicado, lo que tomas, te toma. El idioma se vuelve el tuyo
propio, se convierte en parte de ti y tú de él. Ahora parece venir fácilmente a
ti, sin esfuerzo. Pero costó mucho esfuerzo llegar al estado de fluidez.
Aprender
a tocar un instrumento musical pasa por las mismas etapas, luchar con las
cuerdas de la guitarra, sentirse incómodo y poco natural, aprender un acorde
tras otro, una canción tras otra, tocar las escalas, repetir las cosas una y
otra vez. Luego, un día, descubres que ni siquiera tienes que pensar en ello,
simplemente sucede. Lo que tomas, te toma.
Esta
etapa es el objetivo final, el resultado final. Si esperas saltar a la etapa en
que no tienes que hacer ningún esfuerzo, nunca llegarás allí. Con las ideas del
Curso estamos en el proceso de aprendizaje, en algún punto de esas cuatro
primeras etapas Ése es el propósito de que estemos en este mundo: aprender,
sanar, cambiar nuestros pensamientos.
Ser un Alumno Feliz
El
Curso nos aconseja: “Alégrate de que tu función sea curar” (T.13.VIII.7:1).
Mientras estamos en el mundo, estamos sanando, aprendiendo, pasando por estas
etapas con un aspecto de la verdad tras otro. Cuando se haya acabado el
aprendizaje, ya no habrá necesidad de estar aquí, así que no deberíamos esperar
más que este proceso de aprendizaje mientras estamos aquí. No tenemos que
sentirnos culpables por no haber logrado todavía el objetivo.
En “El
Alumno Feliz” y en la sección que sigue, Jesús nos ofrece algunos consejos
sobre el proceso en el que nos encontramos:
Aprende a ser un alumno feliz.
“El
alumno feliz no puede sentirse culpable por el hecho, de tener que aprender.
Esto es tan fundamental para el aprendizaje que jamás debiera olvidarse”
(T.14.III.1:1-2).
“Vivir aquí significa aprender” (T.14.III.3:2)
Y vivir
aquí es aprender. Eso es todo lo que es vivir aquí: estar en el proceso de
aprender y no sentirse culpable por ello. “Alégrate de que tu función sea
curar” (T.13.VIII.7:1).
En
otras palabras, para nosotros el propósito del mundo es ser una escuela. Lo que
hacemos aquí es aprender. Para eso estamos aquí. Así que estate tranquilo, no
te agobies por no haber aprendido todavía. Aprender te llevará a donde vas, así
que alégrate por ello, sé feliz por estar en el proceso de aprender, y ten
paciencia contigo mismo por no haberlo terminado.
Si te
enfrentas a una verdad difícil de aceptar, y te das cuenta de que todavía estás
en la primera etapa del cambio de pensamiento “la creencia en las palabras”, no
te disgustes por no poder hacer que tu mente acepte toda la verdad de
inmediato. Simplemente sigue con el proceso de aprendizaje. Repite la idea tan
a menudo como te sea posible. Usa cada situación para aprenderla. Mantente en
paz con la lentitud de tu progreso. Aprender es la razón por la que está aquí,
y tienes todo el tiempo del mundo.
AUDIO (en Ivoox) de Loran@ Galindo
http://www.ivoox.com/lecciones-curso-milagros-284-audios-mp3_rf_8474379_1.html
VIDEO Mich Gaymard:
https://www.youtube.com/watch?v=XBab4FKr4Lg
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