LECCIÓN 293
El miedo ya se acabó y lo único que hay aquí es amor.
1. El
miedo ya se acabó porque su fuente ha desaparecido, y con ella, todos sus
pensamientos desaparecieron también. 2El amor sigue siendo el único
estado presente, cuya Fuente está aquí para siempre. 3¿Cómo iba a
parecerme el mundo claro y diáfano, seguro y acogedor; cuando todos mis
errores pasados lo oprimen y me muestran manifestaciones distorsionadas de
miedo? 4Mas en el presente el amor es obvio y sus efectos evidentes.
5El mundo entero resplandece en el reflejo de su santa luz, y por
fin percibo un mundo perdonado.
2. Padre no
permitas que Tu santo mundo me pase desapercibido hoy, 2ni
que
mis oídos sean sordos a todos los himnos de gratitud que el mundo entona bajo
los sonidos del miedo. 3Hay un
mundo real que el presente mantiene a salvo de todos los errores del pasado. 4Y
éste es
el único mundo que quiero tener ante mis ojos hoy.
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Ayuda para las lecciones:
de Robert Perry y Allen Watson
http://www.un-curso-de-milagros.com/milagros/LECCIONES-UCDM.pdf
LECCIÓN 293 - 20 OCTUBRE
“El miedo ya se acabó y lo
único que hay aquí es amor”
Instrucciones
para la práctica
Ver las instrucciones para
la práctica en las instrucciones de la Segunda Parte del Libro de Ejercicios, o
en la Tarjeta de Práctica de este
libro.
Comentario
Pienso en el miedo como
relacionado con el futuro, sin embargo aquí dice: “El miedo ya se acabó”. Pienso que esto significa algo más que mis
experiencias de miedo ya se acabaron. Entendido así, es lo que nos gustaría. Lo
que parece decir realmente es que el miedo está en el pasado. El miedo viene
del pasado, existe en el pasado únicamente. Cuando el pasado me parece real,
“cuando todos mis errores pasados lo oprimen”, entonces tengo miedo. (Y sólo
entonces). Lo que temo es que el pasado condiciona el futuro. Si mi pasado está
lleno de errores y culpa, y lo considero real, esto produce mi miedo actual al
futuro.
La
fuente del miedo hace real el pasado en el momento presente.
El Curso
nos enseña que: “El pasado que tú
recuerdas jamás tuvo lugar” (T.14.IX.1:10). Al principio me resulta difícil
decirme a mí mismo: “Las cosas que pienso que sucedieron en el pasado jamás
sucedieron, no son reales” Quizá es más fácil decir: “El pasado nunca existió
del modo en que yo pienso”. Eso parece más posible, más aceptable. Decir eso es
sólo un paso hacia la verdad, pero pienso que puede ser un paso útil. Empezamos
aceptando que, al menos, nuestros recuerdos del pasado están distorsionados.
Cada cual puebla
su mundo de figuras procedentes de su pasado individual, y ésa es la razón de
que los mundos privados difieran tanto entre sí. No obstante, las imágenes que
cada cual ve jamás han sido reales, pues están compuestas únicamente de sus
reacciones hacia sus hermanos, y no
incluyen las reacciones de éstos hacia él. (T.13.V.2:1-2)
Más que eso, el pasado que
creemos conocer está lleno de razones para la culpa y el ataque. Recordamos las
ofensas que nos han hecho, y las ofensas que hemos hecho nosotros. Esa percepción
debe cambiar. Si aceptamos el juicio del Espíritu Santo, la percepción de culpa
desaparece. El perdón es una especie de memoria selectiva. Podemos empezar a
ver el pasado y todas las cosas del pasado como una expresión de amor o como
una petición de ayuda.
Ésta es una especie de
posición intermedia. Todavía creemos que el pasado es (o fue) real, pero
estamos decidiendo verlo de una manera diferente. La verdad última es que el
tiempo no existe, el mundo no existe, los cuerpos no existen. No son nada sino
la representación de los pensamientos de nuestra mente.
Una semejanza física me
ayuda. ¿Existe la ola de un océano? ¿Es real una ola? En cierto sentido, sí; en
otro sentido, no. Una ola no existe separada del océano. Lo que llamamos una
ola no es más que la representación de la energía física del agua. El agua, el
océano (en este plano físico) son lo que es real, la ola está aquí un momento y
al siguiente ha desaparecido, en este momento consta de un conjunto de
moléculas de agua y en el siguiente consta de un conjunto de moléculas
diferentes. Una ola no existe por sí misma separada de todo lo demás.
Todo el universo físico no
es más que una ola en la Mente Eterna. La Mente es todo lo que es real.
En este sentido, nada del
pasado es real. Todo el pasado de una ola no existe. La ola que ha pasado ha
desaparecido completamente. Donde antes estuvo, ahora todo está en calma y
sereno, sin que haya sido afectado por la ola. Las olas no cambian el océano.
Algunos pueden verlo de este
modo, de comprender al menos la idea de que el pasado no existe. Otros podemos
necesitar la forma más sencilla de “Nunca sucedió como yo pienso. La culpa
nunca fue real”. La forma más sencilla llevará finalmente a la comprensión
total, así que realmente no importa.
Entonces, cuando siento
miedo, lo que tengo que buscar es la creencia en el pasado que hay detrás,
quizá escondida, pero está ahí sin duda. Únicamente el pasado me hace tener
miedo al futuro. Por esa razón los niños pequeños no tienen miedo, no tienen
recuerdos de desastres pasados que puedan provocarles miedo. Cuando sienta
miedo, que recuerde que depende de mi percepción del pasado, y que afirme: “Lo
que recuerdo nunca sucedió tal como yo pienso. No hay nada que temer”.
Cuando voluntariamente elijo
no dejar entrar al pasado en mi presente, “en
el presente el amor es obvio y sus efectos evidentes” (1:4). La carga constante
del pasado, desenterrando horrores recordados, impide completamente que “me dé
cuenta de la presencia del amor”. Todo nuestro aprendizaje no es más que una acumulación de ideas acerca del
pasado. Por lo tanto, todo eso no es nada. Empezamos a desaprender, a olvidar voluntariamente lo que pensamos que el
pasado nos ha enseñado, y en ello encontramos la percepción verdadera y
finalmente el verdadero conocimiento.
El mundo
que contemplamos, cuando lo vemos sin el miedo del pasado, es el mundo real.
Éste es el mundo que estamos pidiendo ver en esta lección. Debajo de todas las
imágenes de miedo, el mundo está cantando “himnos de gratitud” (2:2). La
percepción del Espíritu Santo puede atravesar la capa de miedo que hemos puesto
sobre la realidad. Cuando compartimos Su percepción, nos damos cuenta de que el
pasado ha desaparecido, y vemos y oímos lo que está aquí ahora, cuando “el amor es
obvio y sus efectos evidentes”. Entonces, me uno a la oración: “Éste es el único mundo que quiero tener ante mis
ojos hoy” (2:4).
¿Qué
es el mundo real? (Parte 3)
L.pII.8.2:1-2
“El mundo real te ofrece una contrapartida para cada pensamiento de
infelicidad que se ve reflejado en tu mundo, una corrección segura para las
escenas de miedo y los clamores de batalla que pueblan tu mundo” (2:1). Si el
mundo real contiene una corrección para cada pensamiento de infelicidad,
entonces tiene que consistir en pensamientos felices. La diferencia está en los
pensamientos sobre lo que se ve, y no
en los objetos que se ven. En esta frase parece que el mundo real es como una
colección de vídeos, cada uno con una interpretación diferente de alguna
persona o acontecimiento de nuestra vida. Podemos elegir ver los vídeos del
Espíritu Santo o los del ego. Las mismas escenas pero con un Director
diferente, con un significado diferente para todo.
“El
mundo real muestra un mundo que se contempla de otra manera: a través de ojos serenos y de una mente en paz”
(2:2). La diferencia está en la paz de la mente que ve. Ésta es la primera de
tres referencias al estado de la mente que ve. Las otras dos referencias son:
“la mente que se ha perdonado a sí misma” (2:6) y “una mente que está en paz consigo
misma” (3:4).
Todos
suponemos que nuestras percepciones (interpretaciones) del mundo nos están
contando algo real del mundo. La verdad es que nos están contando algo acerca
de nuestro propio estado mental. Las imágenes de miedo y los sonidos de lucha
que percibimos son únicamente reflejos del miedo y de la lucha dentro de
nuestra propia mente. Cuando llevamos nuestra mente a la paz, el mundo toma una
apariencia diferente porque nuestra mente está proyectando su propio estado
mental sobre el mundo. Que busque la sanación de mi propia mente, y la sanación
del mundo se encargará de sí misma.
AUDIO (en Ivoox) de Loran@ Galindo
http://www.ivoox.com/lecciones-curso-milagros-293-audios-mp3_rf_8491530_1.html
VIDEO Mich Gaymard:
https://www.youtube.com/watch?v=TZGZwpyUwjM
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