LECCIÓN 323
Gustosamente "sacrifico" el miedo.
1. He aquí el único
"sacrificio" que le pides a Tu Hijo bienamado: que abandone todo
sufrimiento, toda sensación de pérdida y de tristeza, toda ansiedad y toda
duda, y que deje que Tu Amor entre a raudales a su conciencia, sanándolo del
dolor y otorgándole Tu Propia dicha eterna. 2Tal es el "sacrificio" que me pides y que
yo me impongo gustosamente: el único "costo" que supone reinstaurar
en mí Tu recuerdo para la salvación del mundo.
2. Y al saldar la deuda que tenemos con la verdad -una deuda que consiste
sencillamente en abandonar los auto-engaños y las imágenes que venerábamos
falsamente- , la verdad regresa íntegra y llena de júbilo a nosotros. 2Ya no nos engañamos. 3El
amor ha regresado a nuestra conciencia. 4Y ahora estamos en paz otra vez, pues el miedo ha desaparecido y lo
único que queda es el amor.
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Ayuda para las lecciones:
de Robert Perry y Allen Watson
http://www.un-curso-de-milagros.com/milagros/LECCIONES-UCDM.pdf
LECCIÓN 323 - 19 NOVIEMBRE
“Gustosamente
"sacrifico" el miedo”
Instrucciones
para la práctica
Ver las instrucciones para
la práctica en las instrucciones de la Segunda Parte del Libro de Ejercicios, o
en la Tarjeta de Práctica de este
libro.
Comentario
La lección de ayer terminaba
con el pensamiento: ¿Qué pérdida
podría esperar sino la pérdida del miedo…? Y la lección de hoy aprovecha esa
idea. Así que voy a perder, pero ¿todo lo que voy a perder es el miedo? ¡Puedo
vivir sin él! Perder el miedo no es un sacrificio. Voy a perder mi miedo
gustosamente.
Puede parecer que se me pide
que renuncie a cosas valiosas y placenteras. Todo lo que se me pide es “que
abandone todo sufrimiento, toda sensación de pérdida y de tristeza, toda
ansiedad y toda duda” (1:1). El apego a cosas de este mundo (cosas que son
frágiles y que no durarán) siempre trae sufrimiento, pérdida y ansiedad. Puede
que yo no me dé cuenta de ello pero la atracción secreta del ego hacia esas
cosas no es el placer que me dan, sino el dolor. Cuando reconozca esa
motivación del ego, seguramente abandonaré mi apego sabiamente.
Y cuando lo abandone, el
Amor de Dios entrará “a raudales a mi conciencia” (1:1). ¿Quiero eso hoy? ¿Qué
el Amor de Dios entrará a raudales a mi conciencia? ¿Anhelo esa experiencia
quizá esta mañana? Entonces voy a sacrificar gustosamente el miedo. Voy a
abandonarlo. Que reconozca que al aferrarme a algo distinto a la meta de Dios
me estoy aferrando al miedo, y que lo abandone. Sí, Padre mío, hoy estoy
dispuesto a hacer este “sacrificio”. Hoy voy a dejar de tener miedo al Amor.
Siento que necesito
recordarme a mí mismo que al renunciar a estas cosas no estoy renunciando a
nada real. Realmente no es renunciar. Estoy teniendo la ilusión de renunciar a
algo, pero nunca lo he tenido. Todo lo que estoy haciendo es “abandonar los auto-engaños y las imágenes que
venerábamos falsamente” (2:1). Esto es sólo “la deuda que tenemos con la verdad” (2:1). ¡Sólo es ser honesto! Y
cuando acepto la verdad, “la verdad
regresa íntegra y llena de júbilo a nosotros” (2:1). El engaño ha terminado y
el Amor regresa a mi consciencia. La plenitud del regalo que es eternamente
mío, el amor, surge en mi memoria. Tiene sentido que cuando pago mi deuda con
la verdad, la verdad regresa a mí.
Cuando “el miedo ha desaparecido… lo único que queda es el amor”
(2:4).
“Gustosamente
"sacrifico" el miedo”
¿Qué es la creación? (Parte 3)
L.pII.11.2:1-3
Los “Pensamientos de Dios” se refieren a nosotros, los Pensamientos de Dios.
La creación es “la suma de todos los
Pensamientos de Dios” (1:1), la suma total de todos los seres del tiempo.
El Curso
hace una afirmación sorprendente aquí: “Los Pensamientos de Dios poseen todo el poder de su Creador” (2:1). En
la Biblia se cuenta que Jesús lo dijo hacia el final de su vida: “Me ha
sido dado todo poder en el cielo y en la tierra” (Mateo 28:18). El Curso dice
que todo poder se nos da a nosotros como la Filiación, no sólo a Jesús. Lo que
esto quiere decir es que Lo que Dios puede hacer, nosotros podemos hacerlo.
Somos Sus extensiones. Por lo tanto, tal como Él crea, nosotros creamos
también.
La razón por la que Dios
comparte Su poder con nosotros es que “Él
quiere incrementar el Amor extendiéndolo” (2:2). En otras palabras, tenemos el
poder de extender amor. Una definición corta de “creación” podría ser la
“extensión de amor”. Pero la forma del amor que compartimos en este mundo no es
la realidad del Amor, es sólo un reflejo del Amor del Cielo. Nuestra
experiencia del amor aquí en la tierra es siempre el intercambio de amor entre
seres separados, en el Cielo es la consciencia de la perfecta unidad. Sólo
podemos imaginar lo que es ese amor. Podemos tener atisbos de él en el instante
santo, cuando las barreras entre las mentes parecen desaparecer. En ese
instante, hay una consciencia de que la otra persona eres tú y de que tú eres
la otra persona. Tú eres el amor en “ti” extendiéndose a ellos, tú eres el amor
en “la otra persona” extendiéndose a “ti”, y tú eres el amor en ti amándote a
ti mismo. Puede ser una experiencia que desorienta porque literalmente empiezas
a perder la pista de quien eres como individuo, y al mismo tiempo te vuelves
consciente de algo mucho mayor y que lo abarca todo, y eso es lo que eres.
Esas
experiencias son maravillosas, y el Curso no desanima a que se pidan. Pero lo
más importante que hay que entender aquí es que la Creación, tal como el Curso
habla de ella, no es una experiencia terrenal sino una experiencia del Cielo.
Es algo que está sucediendo todo el tiempo, y nuestro sueño de separación no ha
interrumpido la creación en absoluto. Nuestra ilusión de separación no ha
estropeado o perdido nada. Por eso el Curso puede decirnos como en el tema de
la última semana (El Juicio Final), que el Juicio Final de este mundo es:
“sin propósito alguno. Y al no tener causa ni función ante los ojos de
Cristo, simplemente se disuelve en la nada”. (L.pII.10.2:2-3)
Si la Creación en el Cielo
significa la extensión de Amor, ¿cuál es su semejante en nuestra experiencia en
la tierra? El Curso dice que el reflejo del Amor en la tierra es el perdón.
Pienso que el perdón es reconocer a la creación, en lugar de crear realmente.
AUDIO (en Ivoox) de Loran@ Galindo
VIDEO Mich Gaymard:
https://www.youtube.com/watch?v=sIw8cPiOo6w
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