LECCIÓN 6
Estoy disgustado porque veo algo que no está ahí.
1. Los
ejercicios que se han de llevar acabo con esta idea son muy similares a los
anteriores. 2Es necesario, una vez más, que para cualquier
aplicación de la idea de hoy nombres muy concretamente la forma de disgusto de
que se trate (ira, miedo, preocupación, depresión, etc.), así como lo que
percibes como su causa. 3Por ejemplo:
4Estoy
enfadado con ______ porque veo algo que no está ahí.
5Estoy
preocupado acerca de _____ porque veo algo que no está ahí.
2. Conviene
aplicar la idea de hoy a cualquier cosa que parezca disgustarte, y puede usarse
provechosamente durante el transcurso del día con ese propósito. 2No
obstante, las tres o cuatro sesiones de práctica que hoy se requieren deben ir
precedidas, como en días pasados, por un minuto más o menos de búsqueda mental,
seguido de una aplicación de la idea a cada pensamiento de disgusto descubierto
en dicha búsqueda.
3. Una vez más, si te resistes a
aplicar la idea a algunos de los pensamientos que te causan disgusto más que a
otros, recuerda las dos advertencias mencionadas en la lección anterior:
2No
hay disgustos pequeños. 3Todos
perturban mi paz mental por igual.
4Y:
5No
puedo conservar esta forma de disgusto y al mismo tiempo desprenderme de las demás. 6Para los
efectos de estos ejercicios, pues, las consideraré a todas como si fuesen
iguales.
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Ayuda para las lecciones:
de Robert Perry y Allen Watson
LECCIÓN 6 – 6 ENERO
“Estoy disgustado porque veo algo que no está ahí”.
Instrucciones para la
práctica
Ejercicio: Tres
o cuatro veces, de un minuto aproximadamente.
Las mismas instrucciones que ayer, sólo que usando una nueva
idea.
Consejo: La
lección habla como si deberías buscar en tu mente durante un minuto, y luego aplicar la lección a cada
pensamiento descubierto en tu búsqueda. Sin embargo, puedes tener dificultad en
recordar todas las cosas descubiertas.
Si es así, en lugar de practicar en estas dos fases distintas, puede que
quieras hacer la práctica de un modo ligeramente diferente: Busca en tu mente,
encuentra un disgusto, aplícale la idea, luego busca de nuevo otra ofensa,
aplícale la idea, y así sucesivamente.
Respuesta a la tentación: Voluntaria.
La idea puede usarse durante el día para eliminar tus disgustos.
Pero esto no es un substituto de tus periodos de práctica.
Comentario
Esto
empieza a explicar por qué estoy disgustado realmente. Nunca estoy disgustado
por la razón que creo, estoy disgustado porque veo algo que no está ahí. (De
nuevo el Libro de Ejercicios construye su caso pieza a pieza, no nos dice
simplemente lo que estamos viendo, sólo que es algo que no está ahí. Si eres
curioso échale una mirada rápida a la siguiente lección). No podemos ni
siquiera imaginar cuánto de lo que vemos, cosas que pensamos que son “reales” y
“hechos”, realmente son cosas que no están ahí. El argumento que se está
construyendo aquí es que todo nuestro disgusto procede de cosas que no están
ahí. Sólo lo que Dios crea es real, y nada de lo que Él crea es doloroso, y si
estos son hechos, la idea de hoy tiene que ser verdad. Así que cuando me siento
disgustado, puedo decirme a mí mismo: “Estoy disgustado porque veo algo que no
está ahí”.
Se
nos pide recordar “las dos instrucciones mencionadas en la lección anterior” la
lección anterior (3:1). Puesto que estas dos instrucciones se repiten de nuevo,
está claro que son importantes, así que pensemos en ellas un poco. La primera
de ellas:
No hay disgustos pequeños. Todos
perturban mi paz mental por igual.
(3:2-3)
Me
doy cuenta de que tengo que recordarme esto a mí mismo un montón de veces. Es
tan fácil pasar por alto lo que a mí me parecen disgustos pequeños, y dejarlos
sin solucionar. Una ira muy violenta contra alguien que me traiciona y me roba
el trabajo no es mayor que lo que yo pienso que es una pequeña molestia por un
servicio lento en un restaurante. Ambos tienen el poder de perturbar mi paz
mental. Si mi meta es una mente en paz, tengo que aprender a tratar con todos
mis disgustos como de igual importancia, tengo que aprender a “reconocer lo que
es lo mismo y lo que es diferente” (L.4.3:4).
No puedo conservar esta forma de
disgusto y al mismo tiempo
desprenderme de las demás. Para los
efectos de estos ejercicios, pues,
las consideraré a todas como si fuesen
iguales. (6:3-4)
Al
menos durante los períodos de práctica, necesitamos considerar a todos los
disgustos como iguales, y aplicar la lección a todos ellos. Si continúo sin
aplicar la lección a los disgustos “menores” o a un disgusto que me parece
justificado, no dejaré que estos disgustos desaparezcan. Me estaré aferrando al
principio detrás de todos ellos. Sería como decir que vas a perder peso
eliminando el azúcar y la grasa de tus comidas pero tomando dos kilos de helado
cada noche. El Curso insiste en que seamos minuciosos y totales en nuestras
prácticas.
“Estoy
disgustado porque veo algo que no está ahí”.
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AUDIO (en Ivoox) de Loran@ Galindo
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