LECCIÓN 276
Se me ha dado la Palabra de Dios para que la comparta.
1. ¿Qué dice la Palabra de Dios? 2"Mi
Hijo es tan puro y santo como Yo Mismo." 3Así fue como Dios se
convirtió en el Padre del Hijo que Él
ama, pues así fue como lo creó. 4Ésta
es la Palabra que el Hijo no creó con el Padre, pues nació como resultado de
ella. 5Aceptemos Su Paternidad, y todo se nos dará. 6Mas
si negamos que fuimos creados en Su Amor, estaremos negando nuestro Ser, y así,
no tendremos certeza acerca de quiénes somos, Quién es nuestro Padre y cuál es
nuestro propósito aquí. 7No obstante, sólo con que reconozcamos a
Aquel que nos dio Su Palabra en nuestra creación, Su recuerdo aflorará de nuevo
en nuestras mentes y así podremos recordar a nuestro Ser.
2. Padre,
he hecho mía Tu Palabra. ?Y es ésta la que les quiero compartir a
todos mis hermanos, quienes me fueron confiados para que los amara como si
fuesen míos, tal como yo soy amado, bendecido y salvado por Ti.
Ayuda para las lecciones:
de Robert Perry y Allen Watson
http://www.un-curso-de-milagros.com/milagros/LECCIONES-UCDM.pdf
LECCIÓN 276
- 3 OCTUBRE
“Se me ha
dado la Palabra de Dios para que la comparta”
Instrucciones para la práctica
Ver las
instrucciones para la práctica en las instrucciones de la Segunda Parte del
Libro de Ejercicios, o en la Tarjeta de Práctica de este libro.
Comentario
La
frase “la Palabra de Dios” de Un Curso de
Milagros aquí se define como: "Mi Hijo es tan puro y santo como Yo
Mismo" (1:2). En otro lugar se dice que es: “Soy tal como Dios me creó”
(L.110.11:4-6). Fuimos creados por esta Palabra; como en la Biblia, Él habló, y
así se hizo: “Dios dijo: ‘Hágase la luz’ (Génesis 1:3). Igualmente Él dijo:
"Mi Hijo es tan puro y santo como Yo Mismo", y fue creado el Hijo,
puro y santo como Dios. El Pensamiento que Dios tuvo acerca de nosotros fue Su
acto creativo de Paternidad, permanece sin cambios y sin posibilidad de cambios.
Yo no puedo hacerme algo distinto a lo que Dios me creó.
Aceptemos Su Paternidad, y todo se nos dará. (1:5)
Oír Su
Palabra es aceptar Su Paternidad, aceptar que fuimos creados en Su Amor y que
no podemos ser distintos a lo que Él creó y dispuso que fuésemos. Es aceptar la
Expiación (M.22.1:6), el hecho indudable de que yo (es decir, mi verdadero Ser,
y no la imagen de mi ego) soy tan puro y santo como Dios Mismo.
Y es ésta la que les quiero compartir a todos mis hermanos, quienes me
fueron confiados para que los amara como si fuesen míos. (2:2)
Lo que
quiero comunicar a mis hermanos es que todos ellos comparten esta inocencia
conmigo. Mis quejas, mis juicios, o mis críticas, comunican culpa. Mi perdón
comunica su inocencia. Padre, muéstrame cómo comunicar la Expiación hoy,
muéstrame cómo de palabra y de hecho hablar la Palabra de Dios: “Tú eres tan
santo y puro como Dios Mismo”.
Esto se
relaciona claramente con el comienzo de la página de introducción sobre Cristo:
Cristo es el Hijo de Dios tal como Él lo creó. Cristo es el Ser que
compartimos. (L.pII.6.1:1-2)
Él es la única parte de ti que en verdad es real. Lo demás son sueños.
(L.pII.6.3:2-3)
¿Qué es el Cristo?
(Parte 6)
L.pII.6.3:4
Lo demás son sueños. Mas éstos se le entregarán a Cristo, para que se
desvanezcan ante Su gloria y pueda por fin serte revelado tu santo Ser, el
Cristo. (3:3-4)
Puedo
pensar: “De acuerdo. Cristo es la única parte real de mí. Todo el resto, todas
esas cosas que pienso de mí la mayor parte del tiempo, son sólo sueños. Pero
estos sueños me parecen muy, muy
reales. ¿Qué diablos hago con todos estos sueños? La respuesta está en estas
palabras: “éstos se le entregarán a Cristo”. El Curso a menudo nos pide que
hagamos esto de varias maneras, habla de llevar nuestra oscuridad a la luz, o
de llevar nuestras fantasías a la realidad, o nuestras ilusiones a la verdad.
Nosotros, en nuestra confusión no podemos ver la verdad acerca de nosotros o de
otros, porque estamos cegados por nuestras ilusiones. El Espíritu Santo fue
creado para nosotros para que viese la verdad en nuestro nombre hasta que
podamos verla por nosotros mismos (T.17.II.1:6-8). Él representa a Cristo para
nosotros, en nosotros. Nosotros Le traemos nuestros sueños a Él, y Él los
transforma en la verdad (ver 4:1).
En
términos prácticos esto significa que cuando me doy cuenta de que estoy viendo
desde el punto de vista del ego de la separación y el ataque, necesito
aquietarme, y dulcemente exponerle estas creencias al Espíritu Santo dentro de
mi mente. Necesito decirle: “Así es como estoy viendo las cosas. Muéstrame cómo
las ves Tú. Quiero verlas de manera diferente”.
Cuando
descubrimos pensamientos oscuros en nuestra mente, pensamientos de ira, de
celos, de autocompasión y desesperación, nuestra respuesta natural (del ego) es
esconderlos, a menos que estemos tan ciegos como para identificarnos totalmente
con ellos y justificarlos. Avergonzados de nuestros pensamientos erróneos,
intentamos ocultarlos debajo de la alfombra y fingir que no están ahí. Esto no
los hace desaparecer, sólo hace que queden sepultados. Por ejemplo, al hablar
del odio del ego, el Curso nos enseña que buscamos relaciones de amor
especiales para compensar nuestro odio. Dice:
No puedes limitar el odio. La relación de amor especial no lo
contrarrestará, sino que simplemente lo ocultará donde no puedas verlo. Mas es
esencial que lo veas, y que no trates de ocultarlo. (T.16.IV.1:5-7)
Esconder
nuestros pensamientos desagradables es negación. Y lleva directamente a la
proyección (vemos nuestros pensamientos escondidos realizados por otros).
Pensamos que ganamos puntos del ego al condenar a otras personas. Cuando nos
disgustamos por los errores de otros, esto es lo que está sucediendo
(T.17.I.6:5).
En
lugar de eso, cuando no intentamos esconder nuestro ego, sino que
voluntariamente lo llevamos a la luz dentro de nosotros para que desaparezca, desaparece. No necesitamos entender cómo
sucede esto, porque nosotros no lo hacemos; el Espíritu Santo lo hace
(T.17.I.6:3-4). De lo único que tenemos que ocuparnos es de estar dispuestos a
que suceda. Cuando desaparecen las ilusiones que están ocultando la verdad,
nuestro santo Ser, el Cristo, nos es revelado al fin (3:4).
AUDIO (en Ivoox) de Loran@ Galindo
http://www.ivoox.com/lecciones-curso-milagros-276-audios-mp3_rf_8400162_1.html
VIDEO Mich Gaymard:
https://www.youtube.com/watch?v=DFtWqZ8wRyg
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