LECCIÓN 354
Cristo y yo nos encontramos unidos en paz y seguros de nuestro
propósito. Su Creador reside en Él, tal como Él reside en mí.
1. Mi unidad con el Cristo me establece como Tu Hijo,
más allá del alcance del tiempo y libre de toda ley, salvo de la Tuya. 2No
tengo otro ser que el Cristo que vive en mí. 3No tengo otro propósito que el Suyo. 4Y Él es como Su Padre. 5Por lo tanto, no
puedo sino ser uno Contigo, así como con Él. 6Pues, ¿quién es Cristo sino Tu Hijo tal como Tú lo
creaste? 7¿Y qué soy yo
sino el Cristo en mí?
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Ayuda para las lecciones:
de Robert Perry y Allen Watson
http://www.un-curso-de-milagros.com/milagros/LECCIONES-UCDM.pdf
LECCIÓN 354 - 20 DICIEMBRE
“Cristo y yo nos
encontramos unidos en paz y seguros de nuestro propósito. Su Creador reside en
Él, tal como Él reside en mí”
Instrucciones
para la práctica
Ver las instrucciones para
la práctica en las instrucciones de la Segunda Parte del Libro de Ejercicios, o
en la Tarjeta de Práctica de este
libro.
Comentario
Esta lección expresa la
consciencia de mi igualdad con Cristo. El Creador está en Cristo y también en
mí, Dios está en mí ya que está en Cristo. Exactamente igual. “No tengo otro
ser que el Cristo que vive en mí” (1:2).El Curso nos está llevando a esta consciencia
de igualdad. Todo nuestro estudio del Curso, nuestra práctica del Libro de
Ejercicios, y que apliquemos el perdón en todas nuestras relaciones, nos está
llevando a esta consciencia final: “No tengo otro ser que el Cristo que vive en
mí”. “¿Y qué soy yo sino el Cristo en mí?” (1:7).
Cuando llegamos a estas
lecciones finales, podemos sentirnos como si en algún momento a lo largo del
Curso, nos hubiera pasado de largo. Como si en algún momento hubiésemos perdido
el barco o, más probablemente, como si nos hubiésemos bajado del barco y
quedado atrás. Sé que a veces me he sentido así, también sé que si continúo
practicando lo que el Curso me ha enseñado, eso no será siempre así. Un día la
comprensión de que no tengo otro ser que el Cristo que vive en mí resonará en
mi mente sin ninguna resistencia ni duda.
Creo profundamente que estas
palabras son verdad, pero soy consciente de que hay una parte de mi mente que
todavía no lo cree. Mi experiencia todavía no se ha puesto a la altura de mi
comprensión. Mi mente todavía cree que no soy idéntico a Cristo, y por eso
experimento lo que creo, y lo que siento es partes de mí mismo que parecen ser
diferentes de este Ser perfecto, Que es completamente igual a Su Padre.
¿Significa esto que el Curso
ha fracasado o que yo le he fallado al Curso? No, no lo creo. En el Epílogo que
sigue a la Lección 365, Jesús habla de que el Espíritu Santo será nuestro “Guía en toda dificultad o dolor que consideréis
real” (L.Ep.4:1). Por eso espera que todo el que ha acabado el Libro de
Ejercicios, todavía tendrá dificultades y, a veces, todavía pensará
equivocadamente que el dolor es real. Él dice aquí: “Sean cuales sean tus
problemas ten por seguro que Él tiene la solución y que gustosamente te la
dará sólo con que te dirijas a Él y se la pidas” (L.Ep.1:5). Incluso después de
todo esto, todavía tendremos dificultades. “Este curso es un comienzo, no un
final” (L.Ep.1:1). El Texto y el Libro de Ejercicios están pensados, no para
llevarnos al final de nuestro viaje, sino para entrenarnos en el camino
apropiado para el viaje, para desarrollar hábitos adecuados de práctica
espiritual. Nos presentan a nuestro Maestro y nos enseñan la costumbre de
escucharle. Eso es todo, y eso es suficiente.
Y sin
embargo estas últimas lecciones ponen palabras en nuestras bocas y nos hacen
hablar como si ya hubiésemos llegado. Piensa en ellas como anticipos de cómo
será tu mente cuando hayas terminado el viaje. Sumerge tu mente en ellas y deja
que las absorba, transformándote al hacerlo.
Cualquier cosa que sientas hoy, cualquier cosa que hoy pienses acerca de
ti, estas palabras siguen siendo la verdad.
Lo que
somos está más allá del alcance del tiempo y libre de cualquier ley, salvo la
de Dios (1:1). No tenemos otro propósito que el de Cristo (1:3). Somos uno con
Dios, tal como Jesús lo era y lo es (1:5). Y todo nuestro aprendizaje está
planeado para desaprender todo lo que nos dice algo diferente.
¿Qué soy? (Parte 4)
L.pII.14.2:4-5
La verdad de lo que somos no es algo de lo que se pueda hablar o describir con palabras. (2:4)
Las palabras sólo pueden traernos hasta aquí. Pueden llevarnos a la
puerta del Cielo, pero no pueden hacernos entrar. Todas las palabras del Curso,
tan maravillosas como son, no pueden hacer más de eso. Eso no es una
deficiencia del Curso, ni una deficiencia de las palabras. Las palabras son
sólo símbolos. No pueden hacer más de lo que los símbolos hacen, y eso es
mucho, y todo lo que es necesario. La Verdad Misma de lo que somos hará el
resto.
Esa verdad y el completo conocimiento de ella está más allá del
alcance de las palabras y, por lo tanto, más allá del alcance de este mundo,
que es un mundo de símbolos y no de realidades. Aún así, no hay razón para la
desesperanza por eso. Lo que somos no puede estar aquí, igual que una persona
física y “real” no puede existir dentro de un sueño, igual que una figura de
tres dimensiones no puede entrar en un mundo de dos dimensiones. (Otro ejemplo:
un cubo de tres dimensiones no puede existir en una hoja de papel, lo más que
se puede hacer es un dibujo en perspectiva que sugiere tres dimensiones).
Podemos, sin embargo, darnos cuenta de la función que tenemos aquí, y
usar palabras para hablar de ello así como para enseñarlo, si predicamos con el
ejemplo. (2:5)
Aunque no podemos conocer totalmente la verdad de lo que
somos, aquí en este mundo, podemos expresarlo; por decirlo de algún modo,
podemos crear un dibujo en perspectiva que sugiere esa verdad. ¿Cómo? Llevando
a cabo la función que Dios nos ha dado, la función que el Curso ha afirmado
repetidas veces de muchas maneras: el perdón, ser feliz, extensión, hacer la
Voluntad de Dios, dar de nosotros mismos, aumentar el tesoro de Dios creando el
nuestro, dando y recibiendo sanación, aceptando la Expiación. Esto es algo de
lo que las palabras pueden hablar, y
las palabras pueden también enseñar
el perdón, “si predicamos con el ejemplo”. Si las palabras que hablamos inundan
nuestro ser, las palabras pueden transmitir lo que es el perdón. Si nuestra
vida es un ejemplo de lo que hablamos, nuestras palabras tienen poder. Dicho de
otro modo, si llevamos a cabo nuestra función de perdonar, podemos enseñar el
perdón. Y eso es nuestro “dibujo en perspectiva” de la verdad de nuestro Ser.
Ése es el reflejo en el mundo del Amor que somos.
Considera al Curso como un
ejemplo de lo que aquí se nos está diciendo. ¿Por qué son tan poderosas sus
palabras? Pienso que la razón es que las dice uno que es un ejemplo de las
palabras que dice. Incluso en el modo en que Jesús (el autor) nos habla, y
trata a nuestros fallos, nuestra terquedad y cabezonería, nuestras dudas y
vacilaciones, podemos sentir la realidad detrás de las palabras que nos dice.
Siempre es paciente con nosotros. Nunca nos menosprecia ni nos riñe disgustado
por nuestra estupidez. Cuando habla del perdón hay un sentimiento de perdón en
las palabras que nos transmite. Cuando nos dice que contemplemos a todos como
iguales, sentimos que el nos está contemplando a nosotros como Sus iguales.
Cuando dice que podemos mirar a todos sin ver ningún pecado, sentimos que así
es como Él nos ve a nosotros.
A eso es a los que nos está
llevando, a todos y cada uno de nosotros. Es lo que el Manual para el Maestro
llama honestidad, en la Sección sobre
las características de los Maestros de Dios.
La honestidad
no se limita únicamente a lo que dices. El verdadero significado del término es
congruencia: nada de lo que dices está en contradicción con lo que piensas o
haces; ningún pensamiento se opone a otro; ningún acto contradice tu palabra ni
ninguna palabra está en desacuerdo con otra. (M.4.II.1:4-6)
Únicamente al llevar a cabo
nuestra función, únicamente al hacernos una encarnación del Curso, podemos
llegar a darnos cuenta y reconocer Su mensaje para nosotros. Únicamente al
darlo a otros en palabras y de hechos, podemos recibirlo nosotros
completamente.
AUDIO (en Ivoox) de Loran@ Galindo
VIDEO Mich Gaymard:
https://www.youtube.com/watch?v=fedpqqCW_TY
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